martes, 31 de octubre de 2017

¡Vivamos la vida!

Buscando la perfección lo que más cerca podemos encontrarnos es con la ciencia ficción. ¿Dónde está la realidad que no necesite un cambio? ¿Dónde uno de nosotros que lo tenga todo aprendido? La persona perfecta solo la encontramos en nuestra imaginación de una noche de insomnio.

Por eso lo mejor es ser uno mismo. Me resulta feo que me comparen con otra persona. Cada uno es el mismo y sus circunstancias. Y en esas circunstancias entra aquello que uno puede aprender de otros. Y poco a poco la vida, aunque uno se dé cuenta tarde, va demostrando quien es quien, quien vale la pena y quién no.

Y de quienes más he aprendido es de aquellos que tienen un corazón humilde, sencillo y sincero. ¿Qué algunos me han decepcionado? La decepción no ha matado ni robado las ilusiones, más bien me han servido de maestra.

Por eso, y lo suelo repetir como un disco rayado, hay que estar en la frontera y no construyendo alambradas. La vida es corta. A vivir, pues, que son dos días. Es el título de un programa de radio que coincide con la mejor receta que me ha dado el especialista médico que me atiende.


Y así es. La vida es corta, rompamos reglas, perdonemos rápido, amemos de verdad y nunca dejemos de sonreír por más extraño que sea el motivo. Vivamos la vida, disfrutemos del momento y no nos importe lo que diga el resto.



domingo, 29 de octubre de 2017

La tienda de las flores

El bullicio en las calles traseras al mercado del Puerto y el Castillo se hacía notar dese la amanecida. Con esa incipiente algarabía llegaba Nanda al herbolario de Manuel Martín, artista de pro en sus ratos libres, con dedicación a la pintura. Era su primer día de trabajo y el hecho de que se lo iba a pasar entre flores le hacía sentirse contenta. Pensando en ello se dirigía a su destino, saltando y brincando de contenta, y expresándolo con unas maracas en sus manos y medio manojo de hierbahuerto saliendo del bolsillo de su camiseta.  Su olor penetrante y agradable era como ir regando un éxtasis de simpatía a su paso hacia el herbolario, donde le esperaba su nuevo jefe, considerado en el grupo de los buenos pintores canarios, para irse a su taller de pintura que era lo que absorbía su vida. La floristería era junto a una compensación económica por los meses poco rentables una expresión artística personal, pues bordeando las diferentes flores había colocado varios de sus cuadros relacionados con las flores. Alguno de ellos funcionaba dinámicamente moviéndose dentro del local a través de un mando a distancia que el empleado ponía en acción cuando había un buen grupo de clientes.

Precisamente una de las cosas que le llamó la atención de Nanda en su entrevista de trabajo fue que llevaba en su mano un libro de arte. Le preguntó cómo se llamaba, a lo que contestó “En un abrir y cerrar de ojos, y es un libro que intenta explicar a la altura de todo ser culturalmente medio qué es el arte”. De esta guisa estuvieron hablando más de arte que de flores, tal que la entrevista terminó con un…

- ¿Qué tiene que ver lo que usted estudia, el mundo de las artes con las flores donde va a trabajar?
– Pues que sin flores desaparecería el arte -le contestó Nanda.
– Venga usted el lunes por la tarde, mire la forma de reaccionar de nuestro empleado y al día siguiente por la mañana estará sola en la tienda. Proceda con diligencia pues al ser día de mercadillo esta zona se suele llenar, y la tienda también.

Confiando en ella sin saber sus conocimientos le dio el puesto. Por la mañana la vio llegar, con sus maracas en la mano, y cómo se paraba ante cada planta diferente, tal que tuvo que salir a buscarla.

- Bienvenida, Nanda. Este es tu nuevo hogar. Siéntete en tu casa y dime cualquier iniciativa que creas redunde en beneficio de nuestras hierbas. Dada su sensibilidad por lo bello y las flores son parte de la belleza verás que solo tendrás buenas noticias, tanto para recibir como para darlas.

Haciendo un gesto con las manos en la cara, como si estuviera visionando algo.

viernes, 27 de octubre de 2017

Tinta y papel, versión 2,1

A lo largo de los años vividos algo hemos visto que nos ha hecho pensar y actuar unas veces contentos y algunas otras no tanto. Desde las montañas de nuestros pueblos a las azoteas de nuestras casas hemos visto los fríos árboles de nuestro  mundo y también las hogueras que nos dan calor.

También hemos visto cómo alguna que otra vez alguien corría la cortina que las nieblas habían puesto en nuestro camino.

Cosas nuevas también han ido sucediendo y han sido más las veces que el fuego quemaba lo negro que los cristales que nos reflejaban la blancura a nuestro lado, brillando, pues, la templanza y la serenidad.


Y en ese ir y venir, hemos ido poniendo nuestros puntos de vista y otras tantas los hemos relatado dejándonos llevar por la ficción del entusiasmo de aquellos que quieren mejorar las cosas. En ese caminar siempre hay algo positivo que nos ha traído la escritura: juntarnos varias personas para compartir nuestras experiencias de cómo nos sentimos y pensamos ante la realidad que nos circunda: un blog ( como ejemplo pongamos este mismo donde dos amigos compartimos nuestro sentir, un taller de literatura que se plasma en un grupo Facebook (A la sombra de Galdós), un grupo amplio de personas que llevamos más de diez años compartiendo nuestro sentir ante las cosas como es POST55, un grupo que se plantan juntos ante un reto presentado y generando cada uno historias diferentes tal como es el círculo de los retos de Desi) medios todos ante los cuales la escritura nos facilita el compartir y el unirnos en unos ideales.