miércoles, 1 de noviembre de 2017

Cinco Mil Millones

“El niño cinco mil millones, -clamaba Mario Benedetti- mucho antes de nacer ya tenía hambre, un hambre atroz, un hambre vieja”. De estos niños poco se sabe. De los niños europeos todo se sabe, todo se escribe y se cuenta. Si son de otros países, poco importa saber lo que tienen o no, lo que hacen o dejan de hacer.

Como el sol que quema las hierbas, así son las lenguas que no hablan o las que, hablando, esconden o no dicen la verdad.


Y así sigue repartido el mundo. En unos sitios los arenales están cubiertos de rosas, y en otros los campos donde se cosechan los frutos para comer siguen estallando lo volcanes.



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