viernes, 14 de diciembre de 2018

Navidad en el Palmeral


Aquí llegan los dulces recuerdos de aquella viejita que me crío y tanto adoré. Ahora estoy escuchando como ella me cantaba al oído: “Llegó Navidad. Navidad está aquí”. Tanto se me grabó que cuando estoy triste y melancólico su "llegó Navidad" me ahoga la tristeza y vuelvo a vivir y, cuando me despisto, Yessica con su manguera de agua fría me lo recuerda cada mañana. Y cuando ella no está, ya se encarga Ilenia de esa tarea.

Mamá no puedo con ella. Mamá no puedo con ella. Mientras, las chicas de la residencia acompañan a unos y otros para que nadie se olvide de que hay que seguir haciendo un esfuerzo para ser buenas personas. Jenny y Magnolia cantan que lo juran por Dios qué seguirán cantando cada día, aunque solo sea el cha-cha-chá.

“Quién será quién me quiera a mí…” cantan Judith y María, la enfermera, ya que a ellas hacen lo que hacen porque lo que les importa es que somos nosotros los que aquí nos beneficiamos de su trabajo.

Y es que somos costeros aunque estemos en el Palmeral, en lo alto de la ciudad, gritan Candelaria, Dina a la vez que Marta que no para de caminar.

Al mismo tiempo nos sacan a bailar pregonando: viva la fiesta, a la cual ya se han unido con su tono marchoso, a la vez que lo hacen Alexandra y Zuleima que reparten a un tiempo yogures y fruta, llenas de contento que lo expresan cantando Alegría, alegría y placer que desde que lleguen a nuestro belén del Palmeral no le va a pasar, como aquella vez que nadie los quiso hospedar.

Tienes a alguien que avisa: ha llegado la magia. Y don Margarita, Fanny y Gloria que con Miguel repiquetean: “Pampanitos verdes , hojas de limón,  la Virgen María Madre del Señor. Ya vienen los Reyes por el palmeral…” y aquí tenemos el aguinaldo para repartir junio a Nora y Yays.

Magnolia no para y me levanta del sillón al sonido suave de la guitarra que canta “Sin tu amor yo voy a enloquecer”…






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