miércoles, 18 de noviembre de 2020

Tiempo al tiempo

Me comentaba ayer un amigo de unos 50 años que tenía que plantearse mejor su futuro. Divorciado, pero amigo de su ex, y siempre muy unido a su hijo, ya independiente. ¿Qué hacer, dónde vivir? ¿Apuntarse en el IMSS? etc., etc.

Le comenté que esas preocupaciones son inútiles ahora.
- Mira yo -le dije-. Me jubilé con antelación a los 63 años. Y a los tres meses me detectaron y diagnosticaron Parkinson. Eso cambió radicalmente todos mis planes. No se puede planear el futuro de la forma que tú quieres. Porque de no ser como habías planteado la decepción será como un martillo que te golpea y nosotros, en la mayoría, de las ocasiones dejamos entrever que somos de cristal... Pues imagínate la decepción te romperá a cachos.

Conversamos mucho tiempo sobre tema y por mí parte compartí con el mi convicción de que la clave de nuestro futuro, sea cual fuere nuestra edad, está escondida en nuestra vida diaria.

Es lo que hacemos, vivimos y planeamos en el ahora y no desesperarnos. Y que hemos de confiar en el tiempo –“tiempo al tiempo” decimos muchas veces- que, como decía Cervantes, suele dar dulces salidas a muchas amargas dificultades.



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