martes, 30 de abril de 2019

Va pensiero

"Si quieres conocer el misterio , el espíritu de tu ser  siente el viento en tu cara y el calor del sol en tus manos". (Buda). Y déjate llevar. sigue a tu corazón pero lleva contigo a tu cerebro.
No se trata de que la mente no piense. No se trata de que la mente se convierte en pensamientos fríos e inamovibles . 

Del viento aprendemos a dejarnos llevar. así pues se trata de que desde la naturaleza aprendamos a vivir en una actividad permanente.

 Viene a ser lo que expresa la escena aparece em la ópera Nnabucco, de Veri:

Vuela pensamiento, con alas doradas,
pósate en las praderas y en las cimas
donde exhala su suave fragancia
el aire dulce de la tierra natal!
¡Saluda a las orillas del Jordán
y a las destruidas torres de Sión!
¡Ay, mi patria, tan bella y abandonada
¡Ay recuerdo tan grato y fatal!
Arpa de oro de los fatídicos vates,
¿por qué cuelgas silenciosa del sauce?
Revive en nuestros pechos el recuerdo,
¡háblanos del tiempo que fue!
Canta un aire de crudo lamento
al destino de Jerusalén
o que te inspire el Señor una melodía
que al padecer infunda virtud.



lunes, 29 de abril de 2019

El secreto


En casa nunca hablábamos de él. Y menos en presencia de mi madre. Es como si en un momento determinado, en la historia de la familia hubiera habido un antes y un después, y en medio, un periodo de tiempo indefinido, en el que la niebla del olvido hubiera caído sobre todo y sobre todos.

Cualquier intento de conocer algún detalle más por parte de alguno de nosotros -y juro por mi alma que no era por morbo, sino por lógica curiosidad- chocaba contra un muro de evasivas, de ambigüedades- que acababan desanimando al más pintado. Se notaba que tras de aquella actitud se acumulaba un dolor desgarrador, tan antiguo como las pocas fotos que de aquellos años había conservado la familia. En todas las imágenes conservadas se había usado mismo proceder . Alguien había arrancado su rostro, con la misma saña con la que los sacerdotes egipcios machacaban las figuras de los faraones caídos en desgracia y a quien querían condenar al olvido, dejando que la diosa Ammyt devorara su alma.

No se pueden pedir imposibles y ahora lo comprendo, pero hubiera preferido conocer los detalles de otro modo. Es duro asumir que aquel hombre, cuyo rostro nunca conoceré pudo llegar a actuar de aquel modo. Nadie sabe las razones. Mejor dicho, nadie las intuye siquiera. Nadie sabe por qué una mañana de martes aquel joven -hermano gemelo de mi madre, inteligente y cabal hasta el momento- se levantó, desayunó en silencio y se dirigió hasta donde mi abuelo -su marido- guardaba su vieja escopeta de caza, la cargó con dos cartuchos, se dirigió hasta la estancia en la que su madre tejía una rebeca para él o su hermana -mi madre- y, con la más absoluta calma le disparó a bocajarro, para acto seguido hacer lo propio consigo mismo.

Comprendo el silencio ahora que yo también soy partícipe del secreto. ¿Cómo admitir que en el seno de tu familia convivías con el asesino de tu propia madre?




domingo, 28 de abril de 2019

Diario de mi decimoctava semana en el reino de Yuppi

Primer día
Vivimos en casas. Comemos en platos. Paseamos por jardines. Y, sin proponérselo, dejamos de ser cariñosos o nos rodea el miedo.


Segundo día
Siempre la recuerdo con él puesto. Ni para fregar platos se los quita. Colocándomelo en el dedo me dijo le hacía ilusión vérmelo puesto.  A mí me pasaba lo mismo pero al revés. Decidido: ni de tu dedo ni del mío. Cada martes paso por su casa y nos lo cambiamos de verdad hasta la semana siguiente.


Tercer día
No es cinismo, es miedo. Muchos no se atreven a reconocerlo. Pero va siendo hora de llamar a las cosas por su nombre.


Cuarto día
Era de noche. Me desperté sintiendo que llovía. Me acordé de lo que me gustan los charcos de agua que se forman en la calle. Me levanté y salí a saltar sobre ellos.  La calle grande de cuatro carriles era toda para mí. En la discreción de esta gran soledad pensé en lo feliz que me siento bajo la alcachofa de la ducha de mi baño y quitándome la ropa me empapé en plena calle.


Quinto día
Mi memoria es como la de unos huesos que crujen. Algunas veces no recuerdo cosas que dicen he hecho hace poco minutos.


Sexto día
A veces vemos la muerte como algo que no va con nosotros, que solo es para los viejos. Y en ocasiones, cuando llegas a esa edad tocas en su puerta y no se te abre.


Séptimo día
Día de urnas. La fiesta de la Democracia dicen. Esta noche los líderes de cada partido dirán que han ganado -me apuesto mi colección de chapas de cerveza-. Me conformo con que no perdamos todos.




sábado, 27 de abril de 2019

Consumo


¿Queremos consumir más o nos interesa ser más humanos? preguntaba el profesor de ética a sus alumnos al comenzar una de sus clases.

Una cuestión fácil de responder, pero donde generalmente hay una diferencia entre la teoría y la práctica. Sí, en teoría todos estamos de acuerdo en ser más humanos en esta sociedad nuestra, pero en la práctica todos nos dejamos llevar por el hedonismo.

Resultó fácil aquel día llegar a un común acuerdo sean cuales fueren los ambientes de procedencia. Reconocieron la tentación permanente de todos de dejarse llevar por los instintos, los sentidos, los apetitos. Es decir, hacer en todo momento lo que te pide el cuerpo. Y constataron que, a diferencia de los animales, debemos caminar hacia algo más que lo biológico. Y eso requiere fuerza de voluntad. Por eso lo fácil y sencillo es dejarnos llevar por el consumo y el hedonismo contra lo cual hay que luchar.

Fácil de decir, pero exige un esfuerzo.