miércoles, 10 de abril de 2019

La oferta


Había estudiado para auxiliar de enfermería. Pronto consiguió su trabajo en una residencia de mayores. Quizás era un trabajo monótono, la única diferencia en el estado de ánimo cada día era en realidad el de los residentes. Pero él estaba contento. “De aquí que no me muden” -solía decir-. Se sentía cómodo, sin problemas especiales y sin ganas de probar algo diferente por mucho mejor que aparentara.

Paco, su mejor amigo, tenía experiencias diferentes. A través de su trabajo había entendido que las cicatrices, los roces, forman parte del camino.

Pero en estos días le han propuesto ser responsable de la planta. Con lo cual tenía que coordinar el trabajo de sus compañeros. El miedo le entró por todo el cuerpo. Temía salir del confort y la comodidad en la que se encontraba.

Ante de anoche se lo contó a su amigo, el cual, al escucharle se llenó de cierta rabia interior y le explicó que, a su entender, no podía quedarse paralizado e inmóvil ante la propuesta. Ser valiente, le dijo, no significa ser  atrevido ni quedarse inmóvil. Significa no dejar de caminar aún sabiendo que durante el camino que tengas te vayas a encontrar con dificultades.

Se ha pasado la noche en blanco. Las palabras de Paco no han dejado de resonar en sus oídos: no tengas miedo a equivocarte. Sal de tu zona de confort y enfrentarte a aquello que te incomoda. Sé valiente y sigue caminando

Amanece. Tiene preparado su mejor traje para acercarse a su trabajo y hablar con la directora. Tiene pensado aceptar su oferta.




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