miércoles, 31 de mayo de 2017

Tiempos Modernos


Circula por ahí y nos ha llegado a nuestro “guasap”…

Papá, estoy muy enamorada de un chico que está muy lejos ¿sabes...?  Yo estoy ahora mismo en Miami y él vive en Barcelona.... Nos conocimos en Meetic un sitio Web de citas, nos hicimos amigos en Facebook, tuvimos largas charlas por Whatsapp, luego me propuso matrimonio a través de Skype. ¡¡Hemos tenido dos meses de relación a través de Twitter...!! ¡¡Ay, papá, necesito tu bendición y buenos deseos...!! 

El padre contesta: - ¡WOOOOW! ¡es realmente increíble! Entonces casaros por Instagram, divertiros por YouTube, comprad a vuestros hijos en Amazon, y que te los envíen a través de Fedex, y si en algún momento te hartas de tu marido, ¡¡véndelo en Wallapop...!!



martes, 30 de mayo de 2017

Ahora no te muerdas la lengua

Casi que pasó por la residencia sin que nadie lo notara. Se sentaba a tomar café por las tardes con los amigos y allí siempre dejaba su firma. Alguna blasfemia que se soltaba, una actitud injusta que le acusaban, sabía burlarse de los miedos de los demás, presumía de ser un hombre de furia con una mujer de buenos muslos y que le llevaba unos doce años. Nadie intuía lo que le gustaba estar cercano a un amigo especial. Cuando se agrupaban unas veces se ponía por detrás suyo, en postura especial que pudiera sentir el calor de su pantorrilla o el aliento de su boca cuando su amigo volvía la cabeza hacia atrás buscando sitio. Saboreaba ese instante dando vueltas a su imaginación en la que se veía, solo con su amigo, disponibles a dormir en la misma cama y ambos sin conciliar el sueño. Se mordía la lengua y se decía a sí mismo “que los demás no me pidan que hable y que entretengan a la perrita que llevan, la más intuitiva de aquel portal”.

En eso que asomándose a la ventana vio unas hogueras a orillas del mar. Su resplandor le pareció el signo de que debía decirle a su amigo por qué se sentía resplandecer cuando estaba a su lado. Buscándole lo apartó del grupo como quien señalando para otro sitio le cuenta un secreto. Y escuchó a su amigo que le decía: “ahora no me pidas que diga nada, tengo que morderme la lengua y haz tú lo mismo y acompáñame”. Sin pensarlo siguió a su amigo que, dirigiéndose a su coche, lo puso en marcha haciéndole señas que subiera. Y así, sin hablar una palabra, con gesto nervioso pero seguros a la vez, entraron en la casa de su amigo, quien, al cerrar la puerta, le dijo: “Ahora no te muerdas la lengua y dime lo que empezaste a decir en voz baja”. Pero no le dejó terminar: “si sigo callado seré yo quien me muerda la lengua, así que mejor hablemos a la vez “, al tiempo que se fundieron en un abrazo de los que no acaban, donde no se habla y todo parece sellado. Ambos tuvieron la sensación de que el tiempo se paraba y de que, de pronto, todo tuvo sentido.


lunes, 29 de mayo de 2017

Vilolencia

Su forma humana, totalmente escarnecida, apareció en dibujos pintados en los muros.
Todos, al ver la imagen, sacaban la conclusión de una mujer acorralada. La que podía dar vida, alimentarla y regarla haciendo crecer. La que, en muchas dimensiones de la vida, ha sido y seguirá siendo aventurera de causas nobles, no se merece este estigma que algunos hombres, con el beneplácito pasivo de muchos otros, han (hemos) clavado en su muro.

Han (hemos), decimos. Porque igual nos hemos acostumbrados a esas noticias que, un día sí y otro también, nos traen hechos que hablan de la violencia de género.