jueves, 27 de abril de 2017

Gracias a ti, Vida (I)

Hoy quiero saludarte especialmente a ti, Vida.

Detectives, eruditos, científicos, ecologistas, historiadores, teólogos, comerciales, manteros, escritores y un largo etcétera de grupos con sentido común -y sin él- han querido desentrañarte desde lo más hondo y no han podido. Aún siguen en ese empeño y cuando creen haber avanzado descubren hay un espacio por venir.

Tú eres la que trajo al mundo la palabra justicia y también libertad. Muchos, poniéndote zancadillas y enjaulándote por pequeños instantes, han querido echarte encima la causa del hambre y de las guerras entre hermanos. Porque tú eres la que ha desentrañado la humana y divina locura de la historia de la Humanidad.

Nada ha sido vergonzoso e inocente para ti, y cuando todo parecía haber acabado has renacido como el Fénix desde las mismas cenizas. Te recuerdo, Vida, jugando muchos y variados papeles. Te he visto en los oficios más villanos y en los puestos de responsabilidad más altos. Te he visto en los escombros y desperdicios y también brillando como caída del cielo en la noche de fiesta más luminosa. Te he visto haciendo fuego con las piedras en la época primitiva y tirando del carro medieval de unos titiriteros muertos de hambre, al igual que acompañando a los astronautas en sus paseos por las plazas del espacio sideral. Te he visto en un pesebre vacío y saltando las alambradas verjas de los que solo te quieren para ellos y luchan para que otros no disfruten de ti. Te he visto muriéndote, muerta ya y, sin embargo, al volverme de despedirte encontrarme de nuevo contigo.

¡Oh, vida, gracias a ti que… (continúa en el siguiente post)




No hay comentarios:

Publicar un comentario