jueves, 30 de abril de 2020

La nueva normalidad

La actual pandemia ha hecho mella ya en nuestra sociedad con millones de afectados por despidos, ERTEs, negocios cerrados, debido al descenso de la actividad económica.

Es solo el principio. Los efectos, directos e indirectos empiezan a aflorar. Sufren y sufrirán las trabajadoras del hogar, los autónomos endeudados, las familias monomarentales, los niños que comían, gracias a becas comedor o a la merienda que hacían en el centro abierto.

Y si dirigimos nuestra atención a otras partes del mundo la situación no va a ser mejor. Fijemos nuestra atención a las favelas o las grandes ciudades africanas, allá donde el jabón y el agua son un lujo y la distancia social un imposible, el escenario todavía es más terrible.

No, no van a ir bien las cosas. La vida nunca ha sido buena para todos, es cierto Ni siquiera en los mejores momentos. Y todo ello no es incompatible con decir que la vida es un don. Cada día puede ser una maravilla, incluso recluidos en casa, pero no hay ninguna necesidad de negar el horror. La aventura de asumir el sinsentido -la injusticia y la desgracia- y aun así, seguir adelante, es mucho más interesante que el pensamiento mágico del “Todo irá bien”.

Nadie que esté en la parte baja de la pirámide social y que no pertenezca al grupo de los enriquecidos nos dirá que todo irá bien”, porque conoce demasiado bien la precariedad de la existencia humana. Pero también sabe que la semilla tiene que caer al suelo fértil para dar fruto, y que lo que tiene que venir después es una maravilla. Esperanza a pesar de todo.

No todo irá bien, pero podemos encontrarle un sentido al confinamiento. Valorar aquello que teníamos y ya no; agradecer lo que sí conservamos; sentirnos parte de un todo solidario que ayuda allanar la curva. Hay que aprender a vivir de otro modo, descubrir que hay vida más allá de la obsesión por la productividad.


miércoles, 29 de abril de 2020

Dos niñas

Me quedo un rato largo, embobado, como si estuviera contemplando una película de ciencia ficción. En la cera de enfrente una madre con mascarilla vigila a sus dos hijas, unas mocosas que no levantan dos palmos del suelo, mientras las peques disfrutan de su patinete y su triciclo, rampa arriba, rampa abajo.

Son los primeros niños que veo por la calle en más de un mes. Parecen disfrutar con esa pequeña libertad que reestrenan ahora. Pero yo más, viéndolas reír, mientras su madre no para de mirar que nadie enturbie ese momento, a su modo, irrepetible.

Siguen cerrados los comercios, los bares, la tienda de los chinos que tanto frecuentaba. Pero ver a esas niña jugando me ha alegrado la mañana.

Cierto que ya nada volverá a ser igual; que habrá un antes y un después de que el coronavirus irrumpiera en nuestras vidas, pero de momento a mí me han alegrado la mañana esas dos niñas.


martes, 28 de abril de 2020

No es pedir demasiado

El mundo sería un buen lugar para vivir si mi vecino  cuando me nos encontramos en la escalera no pusieras cara de enfadado porque voy lento. A él parece no importarle que sea a que sea algo medico. El mundo sería buen lugar para vivir si el hijo de la vecina, la del tercero, fuese capaz cuando, bajando a la carrera las escaleras, levantara siquiera la mano y saludara.

El mundo sería un buen lugar para vivir si cuando, por cualquier motivo más o menos grave, uno visita a su médico de cabecera y le da la sensación de que le prestan un poquito de atención, en lugar de pasar los breves minutos como quien despacha con un sello de registro un papel en una oficina.

El mundo sería un poco mejor si en muchas de las residencias de la tercera edad los residentes tuvieran la sensación de estar atendidos y considerados como el sentido común indica. Estas cosas no se las puede contar uno a cualquiera que no conozcamos. Se creerán que estamos locos o pedimos demasiado.


lunes, 27 de abril de 2020

Ocurrió en Londres, allá por 1947

Ocurrió en Londres allá por el año 1947. Un joven matrimonio, con su hijo de pocos años y a la espera de un segundo, desembarcan en el recién estrenado aeropuerto. Primos segundos les esperan allí, y a los ojos de todos era un descanso familiar debido al embarazo.

Y es que había surgido también el temor de que, al menos aparentemente, se fuese olvidando la factura terrible para el país, pero positiva para los gobernantes del alzamiento, sospechando que creciera el número de opositores. Se lanza entonces por el gobierno franquista una reconvocatoria de hombres no afectos a la falange y que se extendió a aquellos que ya en el 36 habían probado la miel de la guerra entre las trincheras de verdad.

Ante la posibilidad, sin pensarlo mucho, la gente de esta familia preparó en minutos su automóvil y tomó rumbo a Inglaterra, vía Francia.

Era mediados del 47, finales de abril, cuando, calmado el ambiente político, a la espera de un segundo hijo tomaron su decisión. Una decisión de quien sabe que, sin jugar un papel de líder de masas, tampoco estaban dispuesto a ser sujetos pasivos de un régimen. La Democracia quedaba aun lejos, pero hay muchas formas de empezar a ponerla en práctica.


viernes, 24 de abril de 2020

Shakespeare - Soneto CV

No dejes que a mi amor llamen idolatría 
ni que mi amado sea como ídolo mostrado, 
porque sean similares mis elogios y mi canto 
para uno, hacia uno, y siempre así repetido.

Bueno es mi amor para hoy, para mañana bueno, 
siempre constante en su asombrosa excelencia;
Por eso mi verso a la constancia confinado 
una sola cosa expresa, olvidando diferencias.

Bello, bueno y verdad es su argumento, 
Bello, bueno y verdad, a otras palabras variando,
Y en este cambio se gasta mi invención 
Tres temas en uno en asombrosa elección. 

Bello, bueno y verdad vivían solos, 
Hasta ahora, que se mudaron juntos.

William Shakespeare


jueves, 23 de abril de 2020

Desde mi balcón

Desde mi balcón veo la calle con todos los coches aparcados como si nadie fuera dueño de ellos y estuviesen abandonados. De vez en cuando se ve alguno circulando por la avenida. Los semáforos siguen encendiéndose y apagándose, pero casi ni serían necesarios porque apenas hay coches que circulen. Al fondo la Iglesia ahora siempre cerrada a cal y canto, está tocando las campanadas recordándote que sigue ahí y aún hay vida adentro.

Los pájaros siguen siendo dueños de sus vidas y los oigo cantar volando libremente por el cielo y sus sombras por el suelo, alegrando el día, acompañado del sol y un cielo salpicado de nubes más limpio que nunca.

Desde uno de los balcones cercanos se escucha a una madre cantando a sus hijos "al pasar la barca...",  en otro a una abuela muy contenta hablando por video con alguno de sus nietos, oyéndose su vocecita al fondo.

Alguien con la ventana abierta está tocando una trompeta con alguna música militar. Escucho desde otra vivienda cantar esta vez posiblemente a un padre, seguramente también habrán niños y ponen todo su empeño en que el encierro a ellos se les haga menos duro.

No oigo a ningún niño llorar, sus padres hacen miles de galimatías para evitarles pensar y minimizarles este encierro tan duro. Al principio se oía a alguno llorando, pero los pobrecitos se deben haber acostumbrado a que no hay otra por mucho que lloren, y han tenido que asimilarlo a su manera, con la gran ayuda y empeño de sus padres. Alguien en solitario por la calle pasa con la bolsa de la compra, otro está esperando su turno fuera de la puerta de la farmacia.

Ahora calla la trompeta y se escucha música canaria a la vez que se oyen golpes desde alguna cocina, como partiendo con algún machete pollo o algo parecido. Una señora limpia los cristales y otra está tendiendo la ropa. Veo un señor por la ventana cocinando, seguramente será el del machete que se oía golpeando con tanta fuerza.



Se oye un poco más lejos a un camión del agua descargándola cumpliendo con su obligado trabajo. También algún helicóptero pasa de vez en cuando controlando que todo vaya bien. Casi todos tienen las ventanas y los balcones abiertos porque ahora viven todos desde ahí.

La vida sigue moviéndose aunque despacio, ralentizada por algo invisible que se ha apoderado del mundo obligándolo a vivir encerrados bajo su yugo.

Me acuerdo mucho de lo que están en la cárcel privados de la libertad, aunque ellos están ahí pagando por algún delito.
Se escucha vida que no se ve, alegría que se oye y se saca de no sé qué parte del fondo de uno mismo.

Lo que nunca podrán controlar ni encerrar es la mente con la que podemos volar hacia donde queramos. Ojalá y todo esto sirviera a muchísimas más y más y más gente.

miércoles, 22 de abril de 2020

Reflexiones

No creas algo simplemente porque lo escuchaste. No creas algo simplemente porque todos hablan de ello. No creas algo simplemente porque está escrito en tus libros religiosos. No creas en algo solo porque tus maestros dicen que es verdad. No creas en las tradiciones solo porque se han transmitido de generación en generación. Pero, después de mucho análisis y observación, si ves que algo está de acuerdo con la razón y que conduce al bien y al beneficio de todos, acéptalo y vívelo.
Buda


La persona celosa pasa su vida buscando un secreto cuyo descubrimiento destruiría su felicidad.
Axel  Oinstein


Podemos creer que todo lo que la vida nos ofrecerá en el futuro es repetir lo que hicimos ayer y hoy. Pero si prestamos atención, nos daremos cuenta de que ningún día es como otro ya vivido. Cada mañana trae una bendición escondida; una bendición que solo sirve para ese día y que no se puede salvar ni usar. Si no usamos este milagro hoy, se perderá. Este milagro está en los detalles de la vida cotidiana; necesitamos vivir cada minuto porque allí encontramos la salida de nuestras confusiones, la alegría de nuestros buenos tiempos, la pista correcta para la decisión que tomaremos. Nunca podemos dejar que cada día se vea igual que el anterior porque cada día es diferente, porque estamos en un proceso constante de cambio.

lunes, 20 de abril de 2020

El origen del té

China
Según una leyenda china, el té fue descubierto por mera casualidad por el emperador Shen-Nung unos 3.000 años antes de Cristo. Eso sucedió de la siguiente manera: el emperador, junto con su cortejo, descansaba en la sombra de un árbol grande. Habían encendido un fuego, y una olla de agua caliente hervía a borbotones. El calor del fuego secó algunas hojas en las ramas largas del árbol. De repente, un fuerte viento se levantó y sopló varias hojas al caldero con el agua. El agua se tiñó de un color dorado y un perfume delicioso emanó del caldero. El emperador probó la bebida y le encantaron tanto el aroma como el sabor delicioso. Dándose cuenta en seguida del efecto agradable y estimulante, al emperador se le escapó el grito: “T’sa”, lo cual viene a significar “lo divino”. Hasta el día de hoy, en chino se le llama “cha” al té.


Japón
Los japoneses también tienen su propia leyenda acerca del descubrimiento del té. El penitente Bodhidarma hizo promesa de meditar durante 7 años. A pesar de su promesa, una noche se quedó dormido. Cuando se despertó a la mañana siguiente, se enfadó tanto por su incumplimiento de la promesa que se cortó los párpados y los tiró al suelo. En cuanto sus párpados tocaron el suelo echaron raíces, y pronto se convirtieron en un arbusto grande. Cuando el penitente vio el milagro se preparó una infusión de las hojas. De todas las regiones llegó gente que se había enterado del milagro. Muchos imitaron al penitente y se prepararon una bebida de las hojas. ¡El efecto refrescante y estimulante se hizo famoso en todas partes! El sabor y el aroma delicioso de la infusión fueron motivo suficiente para considerarla un regalo “divino”. En la escritura japonesa, los caracteres de párpado y de té son los mismos hasta el día de hoy. 


India
De India también proviene una leyenda que dice así: en el año 500 después de Cristo, el faquir Dharma hizo el voto de no dormir durante 7 años. Sin embargo, después de 5 años de sumersión espiritual, parecía que ya no lograba vencer el sueño. Lleno de desesperación y consciente de no poder cumplir su voto, cogió unas ramas de un árbol debajo del que había acampado. Se llenó la boca con algunas hojas y las masticó. Poco después, Dharma experimentó un efecto refrescante y estimulante y recuperó las energías necesarias para cumplir su voto.

(de: https://www.dethlefsen-balk.de/ESP/10730/Leyenda_del_t_.html )

domingo, 19 de abril de 2020

Si muero joven (Fernando Pessoa)

Si muero joven
Sin poder publicar libro alguno,
Sin ver la cara que tienen mis versos en letra impresa,
Pido que, si alguien se quiere preocupar por mi causa,
Que no se preocupe.
Si así sucedió es que así tenía que suceder.

Aunque mis versos nunca se publiquen
Ellos allá tendrán su belleza, si son bellos,
Pero ellos no pueden ser bellos y quedar sin imprimir,
Porque las raíces pueden estar debajo de la tierra
Pero las flores florecen al aire libre y a la vista.
Tiene que ser así por fuerza. Nada lo puede impedir.

Si muero muy joven, escuchen esto:
No fui nunca más que un infante que brincaba. 
Fui gentil como el sol y el agua,
Profesé una religión universal que sólo los hombres no tienen.
Fui feliz porque no pedí cosa alguna,
Ni procuré creer en nada,
Ni creí que hubiese otra explicación
Más allá de que la palabra explicación no tiene sentido alguno.

No deseé nada sino estar al sol o a la lluvia –
Al sol cuando había sol
Y a la lluvia cuando estaba lloviendo
(Y nunca a ninguna otra cosa),
Sentir calor y frío y viento,
Y no pretender ir más lejos.

Una vez amé, pensando que me amarían,
Pero no fui amado. 
No fui amado por una única razón inmensa – 
Porque no tenía que serlo.

Me consolé girándome hacia el sol y a la lluvia,
Y sentándome otra vez a la puerta de mi casa. 
Los campos, a fin de cuentas, no son tan verdes para quienes son amados
Como para quienes no lo son. 
Sentir es estar distraído.

Fernando Pessoa


sábado, 18 de abril de 2020

Liberación

Tan joven y tan pronto y ya me parezco a mi abuelo, que cada día que se sentía mayor se decía a sí mismo: cada día soy más nostálgico.

Aquí todos los domingos son fiesta. No se trabaja y si hay que hacerlo se cobra poco más que los días laborables. Hay que tener contento al trabajador. Lo adelanto: A mi vuelta a Colombia me apuntaré a un sindicato para no trabajar ocho días a la semana´

La  casa donde vivo la comparto con dos compañeros, uno  colombiano y el otro, Naide, peruano, nuestro vecino. En su ventana nunca falta una cesta, con flores blancas típicas de su país. Le pasa lo que a mí, siente añoranza. A veces me imagino comiendo un buen acebuche de la zona de los cuarteles de la Marina y cerrar la noche con un vaso de pisco, destilado de la sabrosas uvas de mi tierra.

Anoche la pase despierto, pero contento. Hoy todo cambiará las próximas noches no las pasaré pensando en ti, sino durmiendo y o contigo a tu lado. Ahora todo cambiará.

Con tristeza me llevarán estos ángeles que tienen pensado alguna vez devolverte a mí vida... ¿estarán enojados conmigo? ¿Por quererte tanto y no haberlo demostrado suficiente?

He decidido unirme a ti, un sábado umbrío... A los angelitos que me trajeron para acá hazles saber que me alegro de irme a la sombra. Donde no existe tu ausencia, donde existimos, no hay preocupación porque no hay más vida... Liberación del miedo y entrada a mí libertad. La muerte es infinita, tu recuerdo conmigo también lo será. La muerte no es un sueño, porque en la muerte te estoy haciendo feliz.

Al fin, después de tanto, vuelvo contigo.


jueves, 16 de abril de 2020

Cisne negro

En Economía -y también en Sociología- se denomina cisne negro al hecho o conjunto de hechos imprevistos, generalmente negativos, que determinan un cambio drástico capaz de cambiar el curso de la realidad.

Un cisne negro fue, por ejemplo, la quiebra de Lehman Brothers, un 15 de septiembre de 2008. Un año antes había presentado una cuenta de resultados con los máximos beneficios de sus 158 años de historia. De la noche a la mañana cundió el pánico en los mercados financieros y… y el resto ya es sobradamente conocido ¿verdad? Pero hasta es momento las cosas parecían ir suficientemente bien, sin que nadie pareciera percibir de modo claro el abismo que se aproximaba.

Tiempo atrás, en septiembre de 1929, un martes negro (28 de octubre para más señas) la bolsa neoyorkina entró en pánico, cundió la desconfianza entre los inversores y se colapsaron las finanza. En pocas semanas se perdieron infinidad de empleos, dentro y fuera de Estados Unidos.

Y ahora, sobre nosotros sobrevuela otro cisne negro: una circunstancia, en principio imprevista; algo que aparentemente no tiene relación alguna con la realidad económica, pero de la que todos somos ya conscientes de sus consecuencias. Aparte de la dramática cifra de vidas que se va a cobrar en todo el mundo, todos los países sobre la faz de la tierras van a ver arrasadas sus economías.

Cisne negro, pues, la circunstancia o conjunto de circunstancias que cambian de manera rápida y negativamente la realidad. Pero esos cisnes negros ¿son tan imprevisibles como parecen? ¿O preferimos mirar para otro lado cuando alguien avisa de un peligro probables? ¿Acaso no fueron tachados de agoreros a quienes avisaron de que, tarde o temprano, esto podía pasar, que ya había avisos previos  en el horizonte?

Otro tanto ocurren de los que nos advierten del cambio climático o del agotamiento de las fuentes de energías consumibles, por ejemplo.

El tiempo dirá si aprendemos la lección o dejamos pasar de nuevo la oportunidad. Más nos vale, no habrá una segunda.


miércoles, 15 de abril de 2020

Instantes (Nadine Stair)

Si pudiera vivir nuevamente mi vida,
en la próxima trataría de cometer más errores.
No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más.
Sería más tonto de lo que he sido,
de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad.
Sería menos higiénico.
Correría más riesgos,
haría más viajes,
contemplaría más atardeceres,
subiría más montañas, nadaría más ríos.
Iría a más lugares adonde nunca he ido,
comería más helados y menos habas,
tendría más problemas reales y menos imaginarios.

Yo fui una de esas personas que vivió sensata
y prolíficamente cada minuto de su vida;
claro que tuve momentos de alegría.
Pero si pudiera volver atrás trataría
de tener solamente buenos momentos.
Por si no lo saben, de eso está hecha la vida,
sólo de momentos; no te pierdas el ahora.
Yo era uno de esos que nunca
iban a ninguna parte sin un termómetro,
una bolsa de agua caliente,
un paraguas y un paracaídas;
si pudiera volver a vivir, viajaría más liviano.
Si pudiera volver a vivir
comenzaría a andar descalzo a principios
de la primavera
y seguiría descalzo hasta concluir el otoño.
Daría más vueltas en calesita,
contemplaría más amaneceres,
y jugaría con más niños,
si tuviera otra vez vida por delante.

Pero ya ven, tengo 85 años…
y sé que me estoy muriendo.

Nadine Stair

lunes, 13 de abril de 2020

El barranco



No hacía ni media hora que había acabado la ceremonia del bautismo de su primer bisnieto. Estos niños lo habían hecho viejo antes de la edad. Siete nietos y un bisnieto ya era más que suficiente.

Su esposa había fallecido año y medio atrás. Desde entonces, para aplacar la sensación de soledad recurría a largos paseos. Uno de ellos le había llevado a contemplar enseñar la belleza del barranco que cruzaba las cercanías de su pueblo. Pero al regresar le envolvió la niebla y en el camino de vuelta un accidente le llevó a salirse de la carretera y precipitarse precipicio abajo.

Por aquel entonces tenía cincuenta y cinco años ya cumplidos. Tardó tiempo en restablecerse un tanto y las secuelas que quedaron le llevaron a percibir una pensión de incapacidad permanente que, en tiempos de crisis como aquéllos, hubo que estirar lo más posible para ayudar a uno de sus nietos recién casado y que había perdido su empleo.

Hoy precisamente el bautismo del primer hijo de ese nieto. Una ceremonia celebrada en una ermita no muy lejana de aquel barranco donde tuvo el accidente. No era la primera vez que se acercaba al borde del precipicio. Y siempre, sin falta, cada vez que aproximaba sus pies al borde del abismo le invadía la pacífica sensación de entablar conversación con su esposa. Su alma se  inundaba de paz y le parecía escuchar esa voz conocida: “No te afanes; deja que cada uno haga su tarea”.

- Calla, María, que te olvidas que ahora soy un bisabuelo. Tú no sabes lo que es porque te marchaste para no volver”, se escuchó a sí mismo decir con cierto tono de nostalgia.

Pascua

Ten nuestras puertas para que el amor venza al odio, la vida a la luz oscurezca las tinieblas. Que la alegría de la resurrección nos levante de la soledad, la debilidad y la desesperación a la fuerza, la belleza y la felicidad.
Floyd W. Tomkins


Aprendamos siempre a perdonar a todos quienes están a nuestro alrededor, perdonémonos también a nosotros mismos, pues no somos perfectos, y todos podemos cometer errores.

Cada época del año trae hermosos momentos para todos, y es que todos tenemos épocas que son nuestras favoritas, dentro de todas las que existen en el año, dependiendo de la personalidad de cada uno.

Una de ellas, y que a muchos agrada, es la época de Semana Santa, un tiempo de sacrificios, debido a la conmemoración de la pasión, muerte y resurrección de Jesús.

Que esta pascua sea la oportunidad para compartir, conocer y mejorar las relaciones entre nosotros”

Decir “felices pascuas” quiere decir que estamos contentos de poder dar también nosotros los pasos que necesitamos para crecer y ser mejores personas cada día”.

“Felices pascuas, que los días estén llenos de alegrías, solidaridad, comprensión y muchas bendiciones”.

Hoy te deseo que tengas las más felices pascuas, para que tus días estén llenos de emociones nuevas, de muchas bendiciones y den fraternidad sincera.


viernes, 10 de abril de 2020

Semana Santa 2020

Vivimos momento difíciles. Costumbres arraigadas en nuestra cultura han cambiado, quizás para siempre, de la noche a la mañana. Y sin rechistar, por regla general, todos nos hemos quedado en casa, menos los imprescindible. 

Incluso Roma, sede de la capital de la iglesia católica, se une al aislamiento en plena catástrofe. Pero es también una oportunidad para convertirse en el epicentro de la esperanza en el Resucitado.

Nadie duda a estas alturas que este encierro global se ha presentado, sin buscarlo, como un tiempo propicio para abandonar lo accesorio y volver a lo esencial. Un tiempo para salir de la rutina cotidiana. Una ocasión para vivir el dolor el propio y el cercano.

Esta Semana Santa no habrá pasos por las calles, ni cirios, ni mantillas negras, ni cámaras de fotos de turistas retratando los momentos más espectaculares de estos días. Esta vez las procesiones tendrán que ser interiores, de puertas para adentro. procesión interior que impulsa al creyente a despojarse de sí para acompañar a Cristo en su desnudez y descubrir su rostro doliente en la crudeza de esta epidemia.

De pronto hemos redescubierto en el sufrimiento propio, o en el de un ser cercano, el sufrimiento de todos. La distancia se ha acortado, precisamente cuando se nos pide distancia. Nos sentimos acompañados en la lejanía, pero no debemos olvidarnos de los que sí están realmente solos, en todos los sentidos.

Y los que tenemos la suerte de vivir en países desarrollados tenemos esa obligación añadida: reflexionar sobre  su soledad y su pobreza la irracionalidad, la inhumanidad, que supone quedarse quieto ante un modo de actuar que supone la debacle de dejar a su suerte a infinidad de hermanos que sufren su soldad y su pobreza.


jueves, 9 de abril de 2020

El regreso

Cuando terminó la guerra regresó a su país pero no al  pueblo donde vivía ni tampoco al que lo vio nacer. Eran dos pueblos de los considerados como populares y progresistas.  Así un grupo amplio de vecinos,  entre los que se encontraban gente de su familia, eran miembros del comité de Amnistía Internacional contra la venta de armas y consecuentemente contra todo tipo de guerra entre seres humanos.

No podían entender como se hacia negocio con la guerra entre personas por el mero hecho de ganar dinero. Es decir, hacer dinero por matar a gente, vendiendo armamento a quién le puede interesar la guerra. Por eso menos entendían que aquel muchacho,  nacido y criado entre los suyos hubiera permanecido tres largos años teniendo un fusil como herramienta de trabajo.

De ahí que no se atreviera hasta entonces a volver a su pueblo, pero la curiosidad -y en parte la nostalgia- le comía por dentro. Y al cabo de dos años de regresar a su país entró una tardecita en su pueblo. Bajó del autobús una parada antes y entró caminando por una de las calles paralelas a la principal. Y cruzó despacio las calles donde jugaban antes de que aquel horror empezara. Le sorprendió que, de nuevo, aquellas aceras alojaran a otros niños, ocupados en los mismos juegos que recordaba haber jugado con los que entonces eran sus amigos.

Sentado en el banco más escondido de la plaza, esperando que nadie le reconociera. Recordó los nombres de la gente que nunca volvería a ver. Y se preguntó si todo aquello había merecido la pena. El dinero que había llegado a su bolsillo estos últimos tiempos era solo eso, dinero. Nada devolvería la vida los que faltaban. Se sintió culpable, con un peso en el alma insoportable.

Las risas de los niños que jugaban le sacó de sus oscuros pensamientos y deseo con todas sus fuerzas que ninguno de ellos cometiera los errores que él había cometido.


martes, 7 de abril de 2020

Frases escuchadas al vuelo

La peor esclavitud es la autocensura.

La libertad no significa violencia.

Los derechos solo sirven si lo son para todos.

Si no cumples tus deberes ¿cómo es que reclamas tus derechos?

La vida empieza cada cinco minutos.

Todo lo que se puede imaginar es real.

A veces el corazón ve lo que es invisible a los ojos.

Escucha de vez en cuando. Es fascinante lo que puede salir.

Mantén tus ojos en las estrellas y tus pies en el suelo.

No cuentes los días, haz que los días cuenten.

lunes, 6 de abril de 2020

Mar de Argónida (Aurora Luque

“No estuve nunca allí, dijiste,
nunca regresaré de aquella Atlántida”.
O estuve desde siempre. Navegarte más tarde
fue la duplicación de una existencia
jubilosa y absorta, previvida,
no sé qué transfusión
de salmo, sueño, sangre de aventura,
de olores subsumidos, deseos encriptados
en no sé qué vehículos del cuerpo.
Los mitos nos enseñan, Medusa, a habitar mares.
Tengo una casa, pero tengo los mares
cuando amo los mitos.
El cieno murmurante bajo el cauce, armazones de redes
clandestinas, diálogos de aves
puras e incandescentes, las arenas absueltas,
libres de orografías y echadas a volar,
a nadar onduladas como carne de ninfas.
Oh, sí, qué vivas siguen
las diosas de las aguas. Todas las extensiones del misterio
las prodigan los vientos oceánicos
o esa cuna de sombras y abismo que se mece
en cada ola cobalto de la tarde.
Las fábulas fascinan porque eligen un barco,
zarpan de puertos viejos, merodean marismas,
escuchan gritos hondos, roban música al mar.
Los limbos de los monstruos,
las cabezas de múltiples Orfeos,
la memoria errabunda de los náufragos,
las criaturas azules nunca vistas,
la locura del hombre mitad isla perdida:
fruta extraña del mar, droga insondable.
—Medusa, qué corales nacieron de la sangre
de tu pelo reptil, de la cólera roja de saberte
moribunda y vencida. Medusa, es hora ya
de anular tu mirada de piedra, tus serpientes.
Desencriptar la fábula que hundieron en el fondo,
robar contigo música del mar.
Y aquí, después del canto,
que la mar nos archive en su destino.


domingo, 5 de abril de 2020

Algo personal

Cuando todo esto acabe y podamos volver a hablar de los temas de los que hablábamos antes, que no me vuelvan a dar la vara con los beneficios que supone privatizar la Sanidad. Me lo puedo tomar como algo personal.

Si algo queda demostrado ahora hasta la saciedad es la necesidad imprescindible de no tocar los muros maestros del edificio de una sociedad -de cualquier sociedad-. No solo no tocarlos, sino reforzarlos. Empecemos por recobrar esos puesto de trabajo perdidos, los presupuestos de investigación -que ya de por sí eran vergonzosamente bajos.

Cuando todo esto acabe y podamos volver a hablar de los temas de los que hablábamos antes, será momento de pedir responsabilidades de los errores evitables que hemos cometido estos días -errores de palabra, obra y omisión-, pero también de los que se cometieron con antelación al estallido de la pandemia. Algunos no fueron errores, algunos fueron maniobras perpetradas con toda intención: la de apoderarse de áreas de negocio y lucrarse descaradamente.

Las rentabilidad que supone a corto plazo recortar servicios públicos puede salir a precio de oro a largo plazo. Ahora tenemos la evidencia. ¿Volveremos a cometer el mismo error?

Cuando todo esto acabe y podamos volver a hablar de los temas de los que hablábamos antes, que no me vuelvan a dar la vara con los beneficios que supone privatizar la Sanidad -y lo que  me vale para la Sanidad me vale para la investigación o la educación, por ejemplo-.

Me lo puedo tomar como algo personal.


sábado, 4 de abril de 2020

Pohibido decir "No puedo"

No podemos ponernos un 7 de nota antes de un examen o... siempre habrán tres antes que nosotros.

No podemos  conformarnos con “como estamos ocupados haciendo cualquier cosa en la que andemos…”. Siempre debes pensar, aunque no te hayan dicho nada malo, que en la próxima ocasión lo harás mejor

Solo el que se esfuerza podrá subir montañas. Solo el que se esfuerza podrá aprobar todas las asignaturas  del  curso.

Al terminar el partido se juntaron en cafetería campestre y celebraron su victoria. Pudieron hacerlo porque antes habían corrido a reventar

Tan convencidos estaban de ello que al preguntarse por parte un compañero "¿y si hubiéramos perdido, qué? La respuesta la tenían clara: Si pierdes  no puedes pensar "se acabó ". Una derrota, un suspenso no  es un final de nada. Solo significa que hemos de trabajar más duro. La celebración siguió con intervalos de júbilo. Terminó con ese brindis  por parte del entrenador:

Y lo mismo que las personas puede aplicarse los grupos.

Vivimos una lucha interior, no exterior. Defendiendo temas y planteamientos de grandes bolsillos, pero la  felicidad es interior, no exterior. Por lo tanto, no depende de lo que tenemos, sino de lo que somos" y en esos coros los seres humanos, cuanto más lejos estamos de los estereotipos, más  libres somos" (Eduardo Sacheri)

Una asamblea paralela, la anterior, que terminó con otro brindis que, copa en alza, lanzó el director del momento: “Disfrutemos del viaje, de cada momento y dejemos  de preocuparnos por la victoria y la derrota".


viernes, 3 de abril de 2020

De metas y proyectos

Hacia tiempo no leía un libro de tal calibre. Me ha hecho pensar qué hago con mi vida. Y hablando  conmigo mismo sentado en el parador cercano a casa hemos votado los dos igual. Y lo primero que voy a hacer es lo que más me apasiona, aunque tenga que gastarme cien euros más al mes. Pero seré feliz conmigo sabiendo tocar la guitarra, Recordando momentos de mi vida como aquellos cada vez que tocaba ese instrumento salía de casa como transportado por las nubes

Por el camino, mi hijo Santi que me acompañaba me decía: “papá,  si te gustó el piano por qué  no la guitarra, aprovecha y métele mano ahora que puedes. Te encantó la sensación que experimentaste cuando ayudaste a esos animales, recuerdas; y si te encantó cómo te sentiste cuando tocaste ese instrumento ¡vuelve a hacerlo sin dudarlo ni un momento! Continúa haciendo todas las cosas que fueron satisfactorias para ti una vez, te ayudarán a encontrar tu identidad, y con ello a encontrar qué quieres hacer con tu vida.

Y a todo aquel que me lea le propongo hacer un ejercicio muy fácil: piensa en lo que harías si no tuvieras limites ¿dónde irías? ¿qué harías con tu tiempo? ¿con quién lo pasarías? ¿qué harías? Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a saber qué quieres hacer con tu vida.

Pero -¡ojo!- esto no significa que necesites tener mucho dinero o mucho tiempo para ser feliz. Lo que sí significa es que responder a estas preguntas te ayudará a establecer un esbozo de qué metas quieres realmente y qué camino has de crear para conseguirlas, lo que nos lleva a la siguiente pregunta que debes formularte.

Así pues, invito a todo el que me lea que recuerde cuales son sus netas. Y nunca habrá pequeñas tonterías, aunque lo sean para otros.

Las metas y los objetivos a seguir son un componente esencial para ser felices. Responde a estas preguntas: ¿Cuáles son mis metas físicas (de salud)? ¿Cuáles son mis metas profesionales? ¿Cuáles son mis metas familiares?

Cuando tengas respuesta a estas preguntas tendrás una mejor conocimiento de ti mismo.