jueves, 4 de abril de 2019

Obediencia, sumisión y libertad


No es lo mismo obedecer que ser sumiso. Obedecer tampoco va en contra de la responsabilidad propia. A veces hemos entendido que obedecer es una sumisión a la autoridad de otra persona. Y pensamos: “lo que dice el profesor”, “lo ha dicho el presidente!, “donde hay patrón no manda marinero”. De esta manera cortamos por lo sano la crítica constructiva y la elaboración de una conciencia sana.

La obediencia solo tiene sentido desde la libertad, únicamente. Y por otra parte debe estar ligada al discernimiento y al ejemplo.

Ojo pues: la ve bien si es una virtud maravillosa porque ejercita la humedad, pero la obediencia ciega, que delega  responsabilidades morales es mucho más peligrosa que la desobediencia. En fin cada situación requiere de la reflexión necesaria y no de la obediencia servil.




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