miércoles, 23 de septiembre de 2020

Vidas entrelazadas

Hace ya tiempo que recibí la invitación de los dos amigos responsables de este de blog para colaborar con ellos. Y hoy me he decidido. No, no soy escritor como ustedes. Lo haré a mi manera. 

No censuren sin haberlo leído todo. Habitualmente seremos cuatro, aunque uno, mi hijo, estará largo tiempo fuera no sé si de España o de la región. Yo soy Emiliano. Ramón es el segundo. Un viejo amigo jubilado joven por enfermedad crónica y que, además, desde hace un año es viudo. El de arriba, dice él, al fin de cuentas la liberó de un sufrimiento diario, cual es el de atenderme a mí, que ahora mismo he ir en silla de ruedas.


Y se ha ido a vivir a una residencia he mayores de las más caras. Supongo que tendrá también mejores prestaciones, me dice Ramón. Pues por suerte o por desgracia, he de seguir vivió, mirando para el cielo esperando que llueva. Soy jubilado, por tanto, quiero vivir jubiloso.


Y los terceros son mi hijo, Juan Ramón, al que desde hace un mes poco veo, hablándonos sólo por teléfono. Todo fue tan rápido que no me ha dado tiempo a enterarme. El chico se ganó un premio de aúpa en las quinielas. El lunes 7 me enteré porque dijo que le acompañara a comprarse una casa, cosa que hizo con prestancia.


No fue ostentoso comprarlo la en zona barrio, cerca del casco antiguo. Y estando en los postres llegó Juan Santiago, de unos 32 años, amigos desde hace 10, de talante parecido a mi hijo. Libre y liberal no solo por el sino de la gente que le rodea. Va a tener una casa donde vivir con libertad. “Cuídala. Eres responsable de cualquier desaguisado que encuentre a mi vuelta. Para cualquier contrato o similar será mi padre con quién contactaras sin meterse en tu vida privada. Me voy mañana de madrugada con destino a las islas de Cabo Verde”.


Eran las 11 de anoche. Llamo a Juan Santiago, a ver cómo le había ido el día. Me dice que está en una despedida de soltero de un colega y que  verá al amanecer cuando de vaya a la cama. Me quedo pensando: sí, la cama no tiene sábanas ni el baño toalla...


Finito por hoy.

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