jueves, 15 de octubre de 2020

De dentro a fuera

Está en nosotros. Es una chispa de luz que nunca nos ha fallado. Siempre refulge en la oscuridad para iluminar la justicia, poner punto final al egoísmo y frenar así la tristeza. Su claridad tira del alma hacia el bien y la dota de inteligencia solidaria… Como sea, busquemos esa chispa de luz tan humana y tan divina, porque el mundo está padeciendo hambre de grandeza. Lo bueno es que la tenemos dentro; lo mejor, que nunca nos ha fallado.

El hombre liberado, exento de opresión y temores, crea nuevos vínculos de solidaridad y amor. Sólo la estima y la amistad vinculan sin esclavizar; amar es crear con los demás vínculos de libertad. De hecho, el hombre no puede vivir despegado de todo; anudará relaciones, buenas o malas; si no de amor de temor sea dominando o sometiéndose. Al negarse a la relación del amor se encadena a otras que lo destruyen...Sentirse amado hace sentirse libre. Mientras se nota en torno la indiferencia, la hostilidad o el odio, cuesta serlo. Sólo en ambiente de estima y amistad se es libre sin esfuerzo.




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