viernes, 16 de octubre de 2020

El sendero que desciende desde el cielo

Cae abismal la tarde, el cielo cierra
con su ténebre luz, alzando el canto
del ave de mi pecho su quebranto,
abrazado al dolor al que se aferra.

Las gaviotas retornan a la tierra
mientras tú estás tan lejos, tanto, tanto…
Reniego de tu amor, envuelta en llanto,
mi latir se detiene y te destierra.

Se mece la mirada  con el cielo
como un clamor del alba. Hoy la vida
se ciega, temerosa, de la luz.

Álzame, corazón, álzame en vuelo,
para apagar mi voz que late herida,  
sobre ese verde rayo  y su trasluz.


Inma Flores




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