lunes, 1 de junio de 2020

76 fotografías

La casa de los abuelos continuaba en pie. Hasta mas remozada.  Y el terreno delantero no era ya la casa del millo y las papas. Se había convertido en un vivero. Si lo cuidan, seguro es mas productivo.  Fui solo, sin compañía. Quería hablar conmigo, disfrutar conmigo, recordar conmigo, llorar conmigo. ¿Egoísta? ¿Por qué?

¿No soy yo también una persona que tengo que valorarme? Pare en nueve esquinas y por seguir la trigonometría de cada una hice nueve fotos. Pero las conté y eran 76. ¿Por que tenía que poner 81? ¿Por hacerlo como tú? No, tío. Yo soy como soy. Y hoy además era "yo soy yo y mis abuelos". Aunque mas realista es "yo soy yo y mi abuela". No, no tengo queja alguna de mi abuelo. Me llevaba a muchos sitios, jugaba conmigo a muchas cosas. Pero murió cuando yo sólo tenía seis años. Escondido en la cocina de la casa vi cómo mucha gente de la alcoba y otros  entraban y salían, y volvían a entrar, para salir después con una caja sobre sus hombros. ¿Cuál es la primera vez que vi un entierro?

Disminuyeron entonces las visitas a la casa de la abuela y aumentaron la abuela a casa de mis padres. Muchas fueron las ganas de llamar a la puerta de la vieja casa de la abuela y pedirle a los nuevos propietarios permiso para ver cama donde dormía y la habitación en la que jugaba, pero me dio apuro y me quedé a unos pasos de la puerta.

Hoy no he podido vencer esa sensación. Otro día quizás. Me queda pendiente, pero sé que allí iré.


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