jueves, 30 de mayo de 2019

Preguntas


Hablaba mucho de los demás. En todos veía uno o dos fallos y no tenía vergüenza alguna en airearlos públicamente, no cabía la menor duda: era una persona que caminaba por la vida con una mochila que tenía dos fardos; uno le colgaba por delante y lo llevaba lleno de los defectos de los demás. El otro, que contenía los suyos propios, le colgaba por la espalda, allí donde no llegaban sus ojos.

- ¿Por qué siempre estás hablando de los demás?
- Porque quiero que se mejoren y, mejorando cambié el mundo.
- Explícanos, pues, ¿cómo podría hacerse ese cambio sí  no lo vives, cómo mejorar si no te conoces a ti mismo?

Su interlocutor aún está esperando una respuesta.



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