martes, 22 de octubre de 2019

Cadenas


Nos ofrecen regalos. Pronostican convencidos de que la enfermedad que padecemos volará por los aires. Nos dicen con exactitud el Premio que nos dará. Y también se aventuran a emitir sentencia con condenas si no hacemos lo que un nos dicen... y por supuesto son  anónimos. Y nosotros como buenas personas aliadas con nuestro deseo de agradar seguimos el juego.

Son las famosas “cadenas” de tipo religioso parecen haber convertido a Dios en un amuleto y cuando de Santos a imaginarse toca.

Compartir una cadena es también, a mí juicio, darle coba al inventor de la misma. Aparte de que harás el tonto ante el Sr Google y el ignorante que se rinde, aunque sea con el WhatsApp

Al contrario, que digan de nosotros ahora y en todos los momentos históricos que hemos sido libres porque hemos roto con las cadenas que nos impiden m avanzar.



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