jueves, 24 de octubre de 2019

Kafka


No escribo como hablo, no hablo como pienso, ¿no pienso como debería pensar? ¿Quién no ha leído algo de su autor, Kafka? Sabía unir sus difíciles trabajo y artículos que le enviaban a hacer con el hombre sensible y atormentado por el amor. "Hay días como el de hoy en los qué tiemblo esperando tu carta con una expectación insoportable”.

Viviendo todas las preocupaciones de un hombre autoalimentando su ansiedad, tuvo el coraje describir en apenas cuarenta años unas urgencias, en forma de cartas, más de 600 páginas y obras de referencia que han marcado desde su muerte 1924 los gustos y tendencias literarias en todos los confines del mundo. Títulos su reflexión:  “Metamorfosis”, “El proceso”,  “El Castillo” o la estremecedora “Carta al padre”. Escritor capaz de abordar su insomnio y su aversión a la forma de vida en pareja.

Incapaz de entender que el amor lleva consigo vivir juntos, compartiéndolo todo casi que prefería vivir en una isla que fuera silencio amordazado. No por eso estaría solo, pues están con él los que lloran de rabia y se tragan el tiempo en carne viva.





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