Dos pilares

Nada se ha conseguido nunca sin esfuerzo, sin intensidad, sin constancia. Desde la victoria del equipo de fútbol de tercera regional hasta la inversión de un nuevo producto químico industrial qué libera al hombre de cualquier mal endémico.

Eres fuerza a la hay que sumar otra de tipo cualitativo, ya que no estamos viviendo en la edad perdida del individualismo físico, si no en régimen comunitario, donde todos dependemos unos de otros hasta en el más mínimo detalle. ¿Qué sería, por ejemplo, de los grandes descubridores si no o hubieran tenido a su al lado a aquel sencillo artesano que en su taller fabricara los tornillos que del aparato necesario para proseguir su esfuerzo creador y posteriormente su talento empresarial?

¿Qué hay detrás de un diseño de producto espectacular además de conocimiento y creatividad? ¿Qué hay detrás de unos servicios excelentes a los clientes? o ¿Qué hay detrás de las mejores ideas para mejorar nuestra gestión? ¿Qué hay detrás de una publicidad exitosa? ¿Qué hay en un equipo de alto rendimiento en una pyme? ¿Qué hay tras la flexibilidad ante los cambios? ¿Qué hay tras una planificación exitosa y detallada?

En conclusión, dicen que hay que saber levantarse cuando nos caemos, que es imposible acertar en todo a la primera. Pero hasta para ser capaces de levantarnos tras un fallo hay que tener mucha disciplina yo constancia detrás. El secreto de las cosas reside casi siempre en en dos pilares: “esfuerzo” y “equipo”.