miércoles, 20 de marzo de 2019

Soñar no hace ruido (Vicente Alexandre)


Hacía tiempo que no soñaba, al menos no era consciente del sueño tenido. Esta mañana mientras el agua fresca de la ducha caía sobre mí, recordé mi sueño de anoche.

Y fue así: vi un cielo limpio donde no había humo de bombas, ni se oían silbar los misiles. Las golondrinas eran los únicos habitantes del aire y los ejércitos de antenas parabólicas habían sido sustituidos por las cometas de los niños. Los bosques con sus árboles poblados de pájaros, con claros  tranquilos donde descansar los hombres descansar y donde los animales pudieran tener su refugio. El pan estaba al alcance de todos los humanos y sabía a ternura. Y el vino dejaba detrás de sí el sabor del amable calor de la alegría.

Alguna razón habrá para que esta mañana al despertar me haya sentido mucho más libre y con ganas de darme un canto en los dientes por las ganas que tengo de respirar profundamente en el día de hoy.



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