domingo, 23 de julio de 2017

To be continued (Continuará…)


Muchos errores ha cometido mi país en toda su historia. Y también muchas espinas hemos pretendido olvidar. Parece como si estuviéramos educados para que la historia no nos duela. Y el peligro de todo ello es que, acostumbrados a itinerarios seguros, nos volvamos un día nómadas, sin metas ni objetivos. Sea  larga o corta la vida de cada uno, al final todo queda resumido en unas notas grises que cada uno conserva en la memoria y que, sean cuales fueren, no van a terminar con esta novela llamada Historia sino que habrá que continuarla.

Tengamos con ella el cariño que le profesaba Cicerón quien hablaba de ella como testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, testigo de la antigüedad. Que no se duerman los que con fechas y narraciones, con poemas o relatos nos hacen presente la Historia.


No hay comentarios:

Publicar un comentario