viernes, 27 de octubre de 2017

Tinta y papel, versión 2,1

A lo largo de los años vividos algo hemos visto que nos ha hecho pensar y actuar unas veces contentos y algunas otras no tanto. Desde las montañas de nuestros pueblos a las azoteas de nuestras casas hemos visto los fríos árboles de nuestro  mundo y también las hogueras que nos dan calor.

También hemos visto cómo alguna que otra vez alguien corría la cortina que las nieblas habían puesto en nuestro camino.

Cosas nuevas también han ido sucediendo y han sido más las veces que el fuego quemaba lo negro que los cristales que nos reflejaban la blancura a nuestro lado, brillando, pues, la templanza y la serenidad.


Y en ese ir y venir, hemos ido poniendo nuestros puntos de vista y otras tantas los hemos relatado dejándonos llevar por la ficción del entusiasmo de aquellos que quieren mejorar las cosas. En ese caminar siempre hay algo positivo que nos ha traído la escritura: juntarnos varias personas para compartir nuestras experiencias de cómo nos sentimos y pensamos ante la realidad que nos circunda: un blog ( como ejemplo pongamos este mismo donde dos amigos compartimos nuestro sentir, un taller de literatura que se plasma en un grupo Facebook (A la sombra de Galdós), un grupo amplio de personas que llevamos más de diez años compartiendo nuestro sentir ante las cosas como es POST55, un grupo que se plantan juntos ante un reto presentado y generando cada uno historias diferentes tal como es el círculo de los retos de Desi) medios todos ante los cuales la escritura nos facilita el compartir y el unirnos en unos ideales.


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