domingo, 5 de agosto de 2018

Sapos y culebras


No sé si tienen cuernos y rabo. No sé si viven encerrados entre fuego y azufre o el azufre y toda esa pamplina sea un cuento para confundirnos. Lo que sí sé es que son huéspedes incómodos que cuando se alojan en nuestras casas la convierten a uno en una sombra que no sabe hacia donde dirigirse.

El más malo que conozco yo de todos ellos se llama la Envidia. Te va poniendo zancadillas por todas partes y te incapacita para ser -o al menos estar- alegre.

Conozco otro que se llama Vanidad y hace que, cuando más cuanto más alto estés, convierte todo en un espejo donde, en lugar de ver mejor por tener perspectiva y estar más alto, únicamente ves su propia imagen.

Y en consecuencia, es un rechazo a los demás ya que hace que los otros nos vean frágiles y se queden heridas difíciles de curar porque duelen.

Y no digamos nada desde que podemos llamar su hermana gemela, la Burla. Casi siempre viene disfrazada de humor, pero su intención no es otra que humillar a los débiles y a los más desprotegidos.

La Intolerancia es su vestido de gala. Y, claro está, no podemos olvidarnos del Rencor. Si te coge bien te desgasta hasta las entrañas. Y llegamos a la reina del cotarro: la Soberbia, seduce a los más débiles y los viste de Reyes.

Y nos queda un mal bicho: el Egoísmo. A cada momento está cantando a nuestro lado: "solo tú importas, tío".

Seguro que tú que nos traes conoces muchos más. y muchos de ellos que pasan por nuestro lado y van dejando víctimas en las cunetas.

Pero ante la gente de sentido común , y supongo que tú y yo somos del mismo equipo, tiene todas las de perder.




No hay comentarios:

Publicar un comentario