domingo, 18 de noviembre de 2018

Diario de mi cuarta semana en el reino de Yuppi


Primer día.
Volví a Madrid después de 30 años, cuando termine mis estudios. Llovía. Al pasar por la plaza mayor una teja roja cayó sobre mi cabeza. Y me caí sobre la caera, al tiempo que le preguntaba a un caminante:
-Señor ¿dónde está la playa?
- Caballero, en Madrid no hay playa

Segundo día.
Salgo de viaje con una meta clara: mi destino es no llegar a ninguna parte.

Tercer día
Quiso dejar una huella en la vida de su nieta y caminando, caminando por otros sitios  la iba borrando.

Cuarto día
Saliendo del parking una pareja que debían ser abuelos comentaban: “No te puedes anular como persona por estar al cuidado de tus nietos”.

Quinto día.
Se me había olvidado que vivo en territorio bajo vigilancia. La mordaza todavía existe.

Sexto día
La utopía está cerca. Ya no es tiempo de pensar, sino de observar las cosas de forma distinta.

Séptimo día
Volví a la casa iba con mis padres cada verano. Una mujer de unos cuarenta años, secándose las manos con el delantal, me abrió la puerta. Le dije que hacía mucho tiempo viviendo aquí y que era masoquista y le pedí que dejara entrar en la caja para verla. Cerro la puerta y con el pestillo.




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