…dice el refrán, porque puede
que te salga el tiro por la culata. Volvemos a estar en la casilla de salida,
sin que los partidos políticos hayan podido (¿o querido?) ponerse de acuerdo
para llegar a un nuevo gobierno.
¿Quién se ha equivocado esta vez:
los políticos -que son incapaces de negociar- o la ciudadanía que, con sus
votos, no han hecho lo que los políticos querían? … porque esa es la sensación
que me da cuando escucho hablar a alguno de ellos. No lo dicen de manera tan
explícita, no se atreven, pero da la sensación que los algunos líderes le echan
la culpa a los votantes por no votar acorde a sus intereses -los intereses de
los políticos, claro-. La culpa, pues, es del “pringao” que deposita el
papelito en la urna.
Y dado que estos caballeros y
caballeras (hoy me he levantado con mi lenguaje exclusivo en “mode on”…) y
dimiten ante su incapacidad evidenciada de ponerse de acuerdo, el que tiene
capacidad de dimitir de mi condición de votante y abstenerme soy yo.
¡Que no me tienten!
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