jueves, 5 de septiembre de 2019

Palabras, pensamientos...


Tenía respuesta para todo. Y ese todo abarcaba cosas como la responsabilidad, la libertad, el cumplimiento del deber y cosas similares. Pero las palabras, palabras son. Unas se as lleva el viento, otras se quedan donde salieron y no hacen ruido alguno. Algunas pueden romper nuestros corazones. Y en general las palabras son como los buenos deseos. Si responden a la realidad, si se realizan, si se practican, estás demostrando que eres alguien inteligente.

Las palabras pueden definirnos. Sí, no cabe duda. pero lo que firma, sella y  certifica son nuestros hechos, nuestras acciones, aquello que realizamos. Es como cuando uno se despierta por la noche y arroja rápidamente unas palabras, pero por la mañana esa misma palabra ya no dicen nada. Y es que la vida es  todo eso. Es como un envoltorio donde cabe de todo. Y siempre será cosa de elegir.

Cuanto mayor me hago, más me doy cuenta de la importancia las diversas dimensiones de mi persona.  Cuerpo y alma, mente y corazón son mucho para cada uno.

Termino. Aquella noche cuando baje a la calle después de expresar estos pensamientos que se arremolinaba había llegado el invierno, la noche lucía pálida. Y uno se daba cuenta de que te pasa por la cabeza es difícil de transcribir al papel, ni se puede verbalizar. Pero tampoco eliminar del pensamiento. Creo que no me ocurre a mí solo. Para todo es una puerta entreabierta que lleva a una misma habitación.



No hay comentarios:

Publicar un comentario