lunes, 22 de enero de 2018

Imprecindibles


Es cuidadoso, organizado y detallista. Dedicado a la historia, el mismo es ya una historia. No pasa de puntillas ante los problemas. Su actitud de servicio es notoria. También se enoja y protesta. Y cuando tiene necesidad de dar un puñetazo en la mesa lo hace. Por eso defiende la igualdad, porque se considera igual que todos. No solo en lo blanco, sino también en lo negro. Sabe, pues, caminar sobre un tablero de ajedrez. Y enseña a otros a hacerlo. Revisa de vez en cuando su quehacer y ve que tiene defectos. Hace pocos días lo encontré abatido. Sí. Tengo que decirlo. Es alguien muy cercano. Hablamos poco, pero me siento cerca. Y lo siento cerca también. Entró en mi reciente pasado, y está en mi presente. Seguro estoy también lo estará en mi futuro. No. No es para cambiarlo. De ninguna forma se le puede atribuir aquello de “Si un pescado no te quiere, en el mar hay muchos más, tira un trasmallo y alguno caerá”.  No es reemplazo ni relevo. Es amigo, confidente, fortaleza. Es hermano.


No hay comentarios:

Publicar un comentario