miércoles, 18 de abril de 2018

Buscándote


Buscándote pasé grandes momentos conmigo mismo. Te veía pasar ante mis ojos. Pero solo me llegaban la mitad de los tuyos, la mitad de tus brazos o tus piernas. Y si en casi todo nos basta con la mitad no pasaba eso con los sentimientos. Cuando  abrazo lo hago entregándome del todo a ti. Sí, también yo soy tu otra mitad pero en la convicción de que somos uno. Soy yo el que corre a tu lado y soy yo también el que cuando sufre me entrego a ti en un abrazo para aliviar tu dolor. Que quede claro, pues: soy tu otra naranja, y para nada un forastero pegajoso.



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