domingo, 29 de abril de 2018

Eternas contiendas


Yo hablo, tú calla; tú hablas, yo escucho. Él discute, los otros dialogan; nosotros seguimos hablando, vosotros seguís enzarzados en el tema, ellos disparan.

Y ella, que ya no puede aguantar más, dice:
-Vamos ya, callémonos. No quiero hoy seguir hablando del tema. Estoy hasta las mismímas narices.

Pero no disparan para salir corriendo, sino que disparan de apuntar y arrojar bombas inteligentes y otras más que bestiales, en forma de palabras que dejan el asunto sin solución  y al otro como culpable…

Mientras, fuera de ellos dos, siguen muriendo los de siempre y matando los que, aparentemente han de poner paz.

¿Quienes son esos dos? Fácil de adivinar, tú y yo, el marido y la mujer, los dos novios, dos escolares, dos políticos rivales en el parlamento e íntimos, compartiendo copas en el mesón de los que las eternas esencias. Y así nosotros morimos cada día mientras ellos matan.




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