domingo, 15 de abril de 2018

El Tiempo se detiene


El último rayo de sol estaba se filtraba por la ventana del salón restaurante  cuando Rena entraba por una de las puertas laterales. No hacía falta verla, su perfume la delataba. El día que se habían conocido, Miguel se dio cuenta era la mujer que estaba ansiando a todos los niveles. Y así fue. En su caso la sensualidad hacia pareja con la ternura. Se notaba  cuando comenzaba con en aquella ternura acompañada de su cálida sonrisa y que más tarde acabaría retorciéndose como un árbol en llamas. Los primeros meses fueron una mezcla de todo ello.

Una noche, descansando en la cama del ardor y frenesí, de ese día, ella, mirando fijamente para él, le sorprende con estas palabras: “Te quiero”. Paralizado por un momento ante aquella sorpresa, rápidamente reaccionó y mientras le abrazaba, le dijo al oído: “Yo también te quiero”. Era lo primero que quise decirte la noche que te conocí.  Aquel abrazo de aquella noche- después de tres meses de relación sexual-  cada uno, en su interior, quería que el tiempo se detuviera pero, a pesar de que sus deseos se hicieron realidad y permanecieron, juntos se acordaban, pasado el tiempo, de aquel momento como si solo hubiera pasado un segundo.


1 comentario: