viernes, 5 de octubre de 2018

La cueva


Es una pequeña cueva cerca de la casa donde pasaba tiempo y tiempo cuando de pequeño me cuidaban mis abuelos. De tarde en tarde paso por allí y me siento un ratito dentro de ella. Salvo yo, y no mucho, nadie la limpia. Nadie la usa tampoco. En sus paredes aún se mantienen algunos de mis dibujos. Al alfabeto le fui poniendo nombres. La A es la aventura. La P es pueblo. La T es torre. La H, horizonte… y así desde el principio hasta el final. Hoy he invitado a un grupito de amigos/as que conocí en un curso de escritura. Les gustó mi alfabeto y pasaron el tiempo componiendo frases. Cómo estas:

“Con un LADRILLO se comienza una casa”.
“Desde esta TORRE se ven los pueblos reunidos, celebrando sus acuerdos y convenios”. “Cuando cada uno comparte su VERDAD nos vamos alejando de la falsedad”.

Y así sin dejarnos ninguna desde la A hasta la Z. El tiempo voló. Estábamos a gusto, tanto que cuando llegó la noche algunos nos preguntamos: ¿Será eterna?




1 comentario:

  1. Que buen momento!recordar lo bueno del pasado es gratificante y cuando esos recuerdos evocan momentos de nuestra niñez sin duda nos llenan de gran satisfacción!

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