jueves, 10 de enero de 2019

Contradicciones


Algo que cada vez se nos hace más difícil de entender: apostamos por la paz y los derechos humanos y sin embargo cada año se renueva el material militar aumentando su coste. En España, y de manos del Partido Socialista, aumenta en 7.000 millones de euros. ¡Incomprensible!

Todos los países europeos, y España no se salva dé ello, están intentando aumentar su capacidad militar. Alegan que quieren ser más autónomos e independientes de los Estados Unidos, así como de defender nuestra fronteras. Y cuando se habla de esto no se está pensando en barcos ni aviones que puedan dispararnos y destruir nuestros pueblos y ciudades. Defender nuestra frontera hoy significa protegernos de aquellos pobres inmigrantes qué quieren escapar de la miseria, el terror y el caos.
Y por ese sumidero de gasto se nos va, al mismo tiempo, un dinero necesario para investigar en los métodos, modos y maneras de ser autónomos en nuestra defensa y estar seguros de nosotros mismos y con nosotros mismos.
Pareciera que ya no es el tiempo de tirar muros. Ya no es el tiempo de practicar la vivencia de la aldea global. Ya se acabó el tiempo en que éramos ciudadanos del mundo. Eso era una entelequia. Una utopía que solo se ha hecho realidad para el dinero que viaja sin visados y que no tiene leyes de devolución (ni en frío ni en caliente).

Lo criticó en su tiempo Carlos Marx: el dinero no puede ser más importante que las personas. ¿Pero quién es capaz de defenderlo hoy en día?

Además, se me olvidaba que Carlos Marx no está de moda.



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