miércoles, 30 de enero de 2019

La espina


Paseaba descalzo por el jardín cuando una rosa lo pinchó. A partir de ese momento mandó cortar todas las rosas del jardín. Sus amigos le comentaban que eso era una locura y le decían: Porque te hayas pintado con unas rosas no significa que las demás
te vayan a ser igual.

Pasa lo mismo en nuestra vida personal: nuestro mérito no está en no caer nunca, sino en sabernos levantar.




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