miércoles, 16 de enero de 2019

Los niños visten de azul y las niñas de rosa


¡Qué de sorpresas se lleva uno en la vida social! Cuando todo el mundo creía que se podía vestir de la forma que quisiera la nueva ministra de la Mujer, la familia de los derechos humanos en el Brasil ha dicho y dejado bien claro que ha surgido una nueva era en el Brasil: “los niños visten de azul y las niñas visten de rosa". Como mínimo es para llevarse las manos a la cabeza.

Lo primero que hizo al llegar a su departamento fue  ordenar que retiraran todas las sillas tapizadas de rojo y la sustituyeran por unas nuevas con tapizado azul. Las sillas no estaban viejas pero el color rojo lo visualizaba como que llegó el comunismo. Habrá que preguntarle qué hará con su sangre pues será roja como la de todo ser humano. ¿Cómo la teñirá de azul o de rosa? Y lo que es más importante ¿qué partida presupuestaria va a asignar para cambiar la sangre de color rojo actualmente tienen los brasileños? Y es de suponer que eliminar de la memoria de los brasileños y de los libros de lectura actuales el cuento de Caperucita Roja. Igual vamos a necesitar la presencia del lobo feroz. Porque como Bolsonaro tome  confianza con Trump, el azul falangista volverá a tener su importancia.



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