sábado, 26 de enero de 2019

Venezuela, año Cero


Estuvo mucho tiempo vestida de inocencia. Y todos la querían cómo se ama a un niño. De hecho bastante gente de los pueblos de mis islas se fueron a vivir junto a ella y con ella porque sabían que les iba a ayudar.

Así era Venezuela: abierta, emprendedora, generosa, sabiendo compartir su riqueza con todos los pueblos que la necesitaban.

Ella, sin pregonarlo y sin alarde de ningún tipo, inició en este planeta Tierra en que vivimos el hecho de la globalización. Era, con su quehacer, el principio de la aldea global. Así era ella, derramando vino para alegrar el corazón de la gente y pura en todo su interior. Vestida de inocencia, la gente la quería como se quiere a un niño.

Luego se fue vistiendo con un ropaje desconocido, de tal forma que muchos le demostraban su cariño quedándose con el tesoro qué pertenecía al pueblo.

En medio de tantos otros pueblos que a su lado estaban desnudos, ella llegó a ser una reina con tesoros por doquier.

Más dejándose llevar por criterios placenteros y superficiales se fue desnudando mientras los de al lado aprovechaban la ropa que ella tiraba.

Y ahora sus plazas solo la habitan los pájaros cantando y sus huertos solo tienen como vecinos a sus verdes árboles.

Hace poco un rayo de esperanza quería sonreír, considerándose a todos los ciudadanos como hermanos e iguales los unos a los otros. Hasta que un día apareció un grupo de locos quienes, sintiéndose enviados por los ángeles con quiénes hablaban una noche sí y otra también, creyendo que se saben el camino, han conducido al pueblo hacia su descalabro final.

Y la esperanza sigue y, más tarde o más temprano, se espera que el realismo internacional haga que  las plazas y jardines tengan no solo plantas y árboles sino también personas que canten y bailen.



1 comentario:

  1. Es difícil la situación de Venezuela. Su clase política pero sobre todo su gente es demasiado importante en el futuro y el cambio de lo que va mal. Si no creemos en las propias votaciones es que perderíamos todo mínimo poder, y pensemos que como ciudadanos cada vez tenemos menos. Las autoridades que se amarran al poder son dañinas. Toda dictadura es dañina. Pero la intervención ajena, especialmente de EEUU no ha mostrado ser mejor. Mi solidaridad y deseos de paz se vayan hasta esa tierra de árboles, aves, bella gente.

    ResponderEliminar