miércoles, 28 de junio de 2017

Luces y Sombras

Estos días, inundados de luz por el solsticio de verano, hemos estado tan a gusto que hasta nos hemos olvidado que existen sombras. No todo en la vida está iluminado. Por eso nuestro aprecio al sol es más fuerte. Porque también aparece para quitarnos de la oscuridad y ponerlo todo al descubierto.


Por eso disentir, tener puntos de vista diferentes nos complementa, siempre que los pongamos a la luz y no los escondamos en la sombra de la misma oscuridad. Pues la tormenta también puede estallar y de hablar de tanto amor se nos puede quedar encapsulado.


¿El problema es el lado oscuro? Y es que somos tan especiales que a veces nos agrada. Nos gusta ir por la sombra cuando el sol cuece y se calienta cantándonos las verdades. Y, sintiendo repelús por las tormentas, de repente llega una y no se nos ocurre otra cosa que bailar con ella dejándonos empapar por esa agua rabiosa que  llega a primera instancia. Ni la sombra es como una luz de ciegos, ni los ciegos dejan de ver la tormenta.



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