miércoles, 19 de diciembre de 2018

¿Un cigarro más?


Hace un tiempo, motivado por el exceso de flema, visite al neumólogo quién para llegar al fondo del problema me mandó hacer una espirometría. Más tarde al ir a recoger los resultados, la neumóloga observando los dibujos de la prueba hecha, fijando sus ojos en mí y muy seria, me dijo:

- Caballero, tiene usted que dejar el cigarro.
- ¿Dejar el cigarrillo yo? Sí hace ya 20 años que no fumo. Y, enseñándome la prueba médica, me señaló una parte de ella.
- Fijese, todo ese gran bulto negro que usted ve ahí son consecuencias de la nicotina que usted consumió. Cuéntaselo a sus amigos que todavía pueden tener tiempo...

Pero, lo sé por experiencia, hablarle a fumadores de que dejen el cigarro es cómo construir una casa sobre arena.

No hay una solución única para todos los casos. Y parece que no entienden que todos tenemos medido el tiempo de la vida. Y cuando se les razona la respuesta más educada es “Ya lo Dejaré”. Un argumento fatigado y repetido, que seguro que a ellos mismos se les hace difícilmente digerible.

Decía Jesús Hermida: "Lo único que tienes es la vida, enamórate de ella, se avaro de ella hasta el fin". Debemos vivir la vida hasta el final pero siendo consciente de que tiene fecha de caducidad.

Todo sabemos qué el tabaco es una lenta pero segura ruta hacia la enfermedad y la muerte. lo lamentable de ello es que el único conductor de ello es el propio.




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