Lo estamos también contra las nubes que abandonan el cielo y, sin embargo,
aguantan su azul de siempre aunque fuese con tensiones
Contra los que no quieren que lleguemos a la vejez, pues podemos ser una
carga para nuestra sociedad.
Contra los que nos suben el precio del agua y nos hacen difícil regar los geranios
que crecen en nuestro patio.
Contra los que se aprovechan de crisis y más crisis inventándose rollos
tártaros para despedir gente y generar convenios colectivos más económicos.
Contra los capitalistas que cuando estamos cayendo y apunto de estamparnos
contra el suelo siempre nos echan una mano empujándonos para que lleguemos más
pronto al suelo.
Contra los mismos de antes, que si tienen más dinero es a base de robarlo a
nosotros.
Siempre habrá un motivo de estos que nos mantenga en alerta hasta que
llegue el momento que nos levantemos y digamos: “Somos el pueblo. Hasta aquí hemos
llegado. No aguantamos más”.