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lunes, 9 de abril de 2018

Tiempos nuevos


Luz, conciencia, sabiduría. Algo había en el interior de aquel nuevo grupo que surgió en la ciudad. Pronto sus ideas fueron extendiéndose. De pronto veías intervenciones suyas anunciadas en puntos diferentes de la ciudad casi a la misma hora. Sus ideas se repetían con diferentes modelos de presentación: vernos tal y como somos, con nuestras luces y sombras; reconocer y, por tanto, superar nuestras limitaciones;  ver los muchos talentos que cada uno tiene y las muchas posibilidades que pueden desplegarse en el futuro; descubrir en cada error la posibilidad de conocernos mejor, de comprender más a los que se equivocan;  ver en positivo a cada persona, etc. Ideas fáciles de aceptar, difíciles de realizar, pero no imposibles. Ideas que cundieron en el animo de muchos, logrando así que una sensación de nueva conciencia colectiva se extendiera en el ambiente.

Y es esas estamos: en pleno cuarto creciente.



sábado, 3 de marzo de 2018

Lluvia


Estamos de enhorabuena. Ha llovido. La tierra parecía que iba a escaparse, el mar andaba con la boca cerrada. La lluvia ha venido como un regalo para ambos.

En las ventanas comienzan a verse dibujos en los cristales y parece como si aquel dolor que tenías ahora te escociera menos. “Quien la oye caer ha recobrado el tiempo en que la suerte venturosa le reveló una flor llamada rosa y el curioso color del colorado”, diría Jorge Luis Borges.

Mirando el cielo nublado estos días casi todos hemos sonreído. Ha llegado la lluvia. Que no llegue la tormenta. Que el campo necesitaba mojarse y no agua enfurecida que se lleve nuestra tierra al barranco. Y, como todo va en cadena, benditos los barrancos que limpian y se llevan toda la basura.




sábado, 23 de diciembre de 2017

El proceso espiritual del solsticio de invierno

(Del blog: Esencia del ser)

El invierno es la época de siembra y época de pensar en nuestros objetivos para el nuevo ciclo, conforme a la experiencia adquirida.

El sol se ha alejado del hemisferio y la tierra se prepara para trabajar interiormente. Los frutos de la cosecha anterior ya han sido recogidos. Es el momento para seleccionar los mejores, obtener sus semillas y volver a sembrar. Hay frutos que se pasmaron, se pudrieron o no se desarrollaron bien. Estos se eliminan y se guardan los selectos.

Es momento para evaluar los objetivos logrados. De todo lo que te has propuesto, seguramente habrá metas que no se han conseguido todavía. Esto no es un fracaso si aprendes de la experiencia, buscando las causas que han impedido hasta ahora su logro. Una vez determinados los obstáculos que lo han impedido, elabora un plan para superarlos y acercarte, de esta manera, a un éxito final.

Los obstáculos pueden ser de diversa índole. La mayoría seguramente están en ti mismo. No culpes a nadie de lo que te sucede. No culpes a los demás si no has logrado todavía determinadas metas para conseguirlos. A veces las metas son poco realistas y en ese caso deberás replantearlas para avanzar por etapas: una escalera se sube peldaño a peldaño.

Los seres humanos, hemos vivido cientos de miles de años en estrecho contacto con la naturaleza, siendo parte de ella misma. Solamente estos últimos siglos hemos construido ciudades y nos hemos alejado de ella. Pero todo nuestro ser sigue respondiendo a esos ciclos, llevamos ese programa en nuestros genes.

Imagina una tribu viviendo en cuevas o chozas en pleno invierno. Para sobrevivir han debido guardar los granos de los alimentos que cosecharon para  el invierno, cuando escasean los vegetales para comer. También protegen sus animales para tener disponible, especialmente, leche.

De acuerdo a la dedicación y esfuerzo, es seguro que algunas familias logran mejores cosechas que otras. Pero si quienes tienen para comer en el invierno se guardan lo que tienen e incluso lo que no alcanzarán a comer y no comparten con quienes no tienen lo suficiente, el resultado sería la muerte de algunos miembros de la tribu. Y esto, lógicamente, perjudica a la totalidad, porque los debilita. De modo que, por razones de supervivencia, toda la tribu comparte lo que tienen para pasar la época más difícil.

El sol, como hemos dicho, se ha alejado. Hay más frío y más escasez de todo. El sol es la fuente de vida y de calor. Sin embargo, el ser humano observa fácilmente que el sol retornará y la naturaleza volverá a mostrar su abundancia y esplendor.


Es el momento de tener fe y esperanza que todo irá mejor si tenemos la actitud interior correcta, si amamos y si somos solidarios.

Del blog: Esencia del ser