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jueves, 24 de enero de 2019

Tiempo muerto


Años me costó construir aquella buena Concordia y entendimiento que era la envidia de todos los que nos rodeaban

De esta forma, proyecto tras proyecto que nos trazábamos, su realización era la traducción de un otro mundo para mucha gente.

Y todavía intento buscar una explicación de por qué he visto como el fuego ha ido quemando y consumiendo poco a poco todo lo que ha hecho.

Rechazaste el arte. Se te olvidó aquello que habías disfrutado.

Parece como si hubieses sentido el placer  de ser como ellos querían que fueses para después morir sin dejar huella, como si la vida fuera un simple reflejo de nada.

Y así seguir, caminando y pidiendo como quien no cierra las puertas, pero que al mismo tiempo no tiene nada que dejar en herencia a sus hijos.

miércoles, 23 de enero de 2019

Pudimos haber podido


A veces nos preguntamos ¿qué fue de Hombres G, o de Radio Futura y no digamos nada de Loquillo y Los Trogloditas que llenaron el mundo del espectáculo y que sus canciones eran seguidas por el público de todas las edades? ¿O qué fue de aquellos famosos carteles mexicanos o colombianos por los que se ofrecían millones y millones de pesos? Pero han tenido que pasar 30 o 40 años para poder hacernos esa pregunta.

Hoy puede ocurrir algo semejante sin que haga falta retrotraernos a 20 o 30 años anteriores. El mundo hoy corre tan deprisa y el tiempo se nos va tan volando así como las nuevas tecnologías, siempre presentes que, en todo momento y con nuevos avances,  irrumpen en el mercado o en la sociedad con cosas nuevas y diferentes a las que pasaron tan sólo hace cuatro años. Nos podemos preguntar por cosas que recientemente han sido importantes y que, en poco tiempo, han dejado de serlo.

Por ejemplo, ya hay quienes hablan del  grupo político Podemos como algo pasado. ¿Qué fue de aquellos que irrumpieron como un Súperpop revolucionario en el mundo de la política? ¿Qué fue de los que iban a implantar una copia de la Puerta del Sol con su imagen del 15 de mayo en todas las provincias españolas, de los que iban a dar la voz al pueblo para hacer realidad la igualdad entre todos los españoles?

Hoy apenas hace cuatro años el equipo de líderes que trabajaba con Iglesias ha abandonado el terreno de juego, uniéndose algunos a otros grupos políticos. Aquellos que representaban la pureza política en el liderazgo se han disuelto y los que defendían el mismo sueldo para todos los españoles se han encerrado en la mansión que se han comprado con la fortuna que han amasado.

Como si estuviéramos haciendo pruebas de velocidad pero en este caso el vehículo no corre adelante sino que retrocede.

Esto corre muy, muy deprisa…




lunes, 3 de septiembre de 2018

El Otoño del Patriarca


Recuerdo la ansiedad, casi diaria, con la que aguardaba las noticias que llegaban del otro lado del mar, Cada avance, cada toma de una guarnición, por pequeña que fuera, la toma de León y finalmente la entrada en la capital, Managua. Recuerdo las esperanzas puestas, la ilusión en una cambio necesario en una tierra condenada, una y otra vez, a repetir su historia, como si de una novela de García Márquez se tratara. Recuerdo también la rabia con cada incursión de una “Contra”, creada, financiada y entrenada por la CIA, temerosa de encontrarse otra Cuba en las tripas de Centroamérica.

Años después de que el dictador saliera por pies y de que la dinastía de los Somoza pasara a ser un capítulo más en los libros de Historia, se impuso la realidad. Las reformas se quedaron a medias -como siempre se quedan-, pero al menos se conservaron las formas democráticas. Después el silencio, interrumpido muy de tarde en tarde por las noticias de alguna catástrofe -algún terremoto o los efectos de las lluvias torrenciales, propias de la región-.

Y de pronto, casi por sorpresa, los medios de comunicación -ahora las redes sociales, que por aquel entonces no existían- vuelven a llenarse de noticias que nos retrotraen a ese final de la década de los 70’s.

Y uno se queda literalmente jodido al comprobar que algunos de los antiguos revolucionarios se han convertido en caciques -caciques como los que ayudaron a derribar-, aferrados al poder y cada vez más alejados de los principios que les animaron a levantarse y tomar las armas contra una dinastía que saqueaba el país, como si el poder divino les otorgara el derecho de propiedad.

Cambian los perros, cambian incluso los collares, pero el ansia de poder permanece intacta.