Mostrando entradas con la etiqueta progreso. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta progreso. Mostrar todas las entradas

martes, 2 de junio de 2020

Aprendizaje o marginación

Hemos entrado en la sociedad del aprendizaje, que se rige por una ley implacable:

“Toda persona, toda empresa y toda sociedad, para no quedarse atrás, tiene que aprender al  menos a la misma velocidad a la que cambia el entorno”. Y si quiere progresar, deberá hacerlo a más velocidad aún. Podemos discutir si son galgos o podencos: si calidad o equidad, si concertada o pública, si el esfuerzo es de derechas y la imaginación de izquierdas, si debemos tener una educación centralizada o descentralizada. Pero mientras seguimos empantanados, el mundo sigue su curso. Necesitamos una movilización de toda la sociedad.

La escuela no basta para tener éxito en la Sociedad del aprendizaje. No solo deben aprender los alumnos, sino también los profesores, y los centros, y las empresas, y el sistema judicial, y los políticos, y toda la ciudadanía. O aprendizaje de todos, incluidos los que parecen saber más, o marginación o vueltas a empantanarnos en un mundo de pocos con muchísimo.

José Antonio Marina


sábado, 23 de mayo de 2020

Aniversario de la llegada del hombre a la Luna

¿Se acuerdan de aquellas fotos que han recorrido las cuatro esquinas del planeta? Las dl niño, cuyo cuerpo sin vida fue encontrado en las orilla de la playa a donde lo habían llevado las olas del mar. Sin duda una de las que más impacto causaron y causarán.

Son fotos -igual que cualquier otra que nos acercan a la realidad- que nos muestran la realidad de un pueblo mudo, sordo y ciego, también loco, que transita indiferente ante lo que ve.

Pero hay también las otras fotos que expresan realidades positivas, como aquella del primer hombre en pisar... la luna. Antes de ayer, un 20 de mayo, celebramos su 20 aniversario. Es también una foto, pero de realidad positiva y sabiendo que iba a ser el primer hombre en protagonizar un hecho transcendental en la Historia. Nos dejó aquella famosa frase: “That’s one small step for man, one giant leap for mankind”.

Su “Un pequeño paso para el hombre, un gran salto para la humanidad” se refiere a la importancia tecnológica, científica, política y económica que un pequeño paso en la Luna significa para el progreso humano. Con aquella misión, se llega por primera vez al satélite, abriendo las puertas a una nueva era.

Ya lo dijo hace mucho más tiempo un césar de la antigua Roma: "Pues hemos nacido para colaborar, al igual que los pies, las manos, los párpados, las hileras de dientes, superiores e inferiores. Obrar, pues, como adversarios los unos de los otros es contrario a la naturaleza” (Marco Aurelio).


domingo, 5 de abril de 2020

Algo personal

Cuando todo esto acabe y podamos volver a hablar de los temas de los que hablábamos antes, que no me vuelvan a dar la vara con los beneficios que supone privatizar la Sanidad. Me lo puedo tomar como algo personal.

Si algo queda demostrado ahora hasta la saciedad es la necesidad imprescindible de no tocar los muros maestros del edificio de una sociedad -de cualquier sociedad-. No solo no tocarlos, sino reforzarlos. Empecemos por recobrar esos puesto de trabajo perdidos, los presupuestos de investigación -que ya de por sí eran vergonzosamente bajos.

Cuando todo esto acabe y podamos volver a hablar de los temas de los que hablábamos antes, será momento de pedir responsabilidades de los errores evitables que hemos cometido estos días -errores de palabra, obra y omisión-, pero también de los que se cometieron con antelación al estallido de la pandemia. Algunos no fueron errores, algunos fueron maniobras perpetradas con toda intención: la de apoderarse de áreas de negocio y lucrarse descaradamente.

Las rentabilidad que supone a corto plazo recortar servicios públicos puede salir a precio de oro a largo plazo. Ahora tenemos la evidencia. ¿Volveremos a cometer el mismo error?

Cuando todo esto acabe y podamos volver a hablar de los temas de los que hablábamos antes, que no me vuelvan a dar la vara con los beneficios que supone privatizar la Sanidad -y lo que  me vale para la Sanidad me vale para la investigación o la educación, por ejemplo-.

Me lo puedo tomar como algo personal.


domingo, 12 de enero de 2020

Semanas de cuatro días (laborables)

No, no son ya ni una ni dos las empresas que en nuestro país optan por reducir la jornada laboral de sus trabajadores sin reducir por ello los salarios abonados. Cierto que aun es noticia digna de ser reseñada en los medios de comunicación.

Está muy cerca la crisis pasada (si es que terminará de pasar algún día) como para que nos suene lógica la solución adoptaba por estas empresas. Y, sin embargo, tiene toda la lógica del mundo. Se suponía en base a la teoría económica -esa ciencia estudiada en universidades- que a eso habríamos de llegar algún día. No todos los sectores, no todas las empresas del mismo sector no todos los países, no… y no todos al mismo tiempo, pero, tarde o temprano había que llegar.

Los economistas siempre nos han hablado del aumento de la productividad como un hito imprescindible para que ese futuro “idílico” y liberador acabe plasmándose en hechos concretos -bienestar, tiempo libre, condiciones laborales…-. Esa productividad, en muchas ocasiones fruto del acelerado cambio tecnológico, ya es un hecho. No es una utopía.



En países desarrollados, como Finlandia o Suecia, primero en el sector público, pero poco a poco en el privado, las jornadas laborales comienzan a reducirse, sin merma en la retribución de los trabajadores. Curiosamente, la productividad lejos de disminuir ha aumentado.

Tiempo al tiempo. Esto acaba de empezar y va para largo… pero va.

sábado, 5 de octubre de 2019

Más sobre mí


Parece un estribillo que, de una forma u otra, nos repetimos en nuestros post ya sean de reflexiones o de historias... y es que una de las maneras de aprender a ser nosotros mismos es a través de los demás. No son solo nuestros padres y nuestros familiares cercanos sino sobre todo los cientos de personas con las que nos encontramos en nuestra infancia y sobre todo en nuestro desarrollo adolescente.

Pero al mismo tiempo los demás puede ser la mayor dificultad para el logro de nuestros ideales o, simplemente, de nuestras esperanzas. Que los demás puedan influir en nosotros no significa que tengamos que ser repetidores de lo que hacen, dicen o o piensan. Al final no será lo que los otros quieren que seamos, si no lo que nosotros queremos de nosotros mismos.

No se puede vivir preocupado por lo que otros piensen de mí: "Los ojos de los demás son nuestras cárceles, sus pensamientos nuestras jaulas". Es una reflexión de Virginia Woolf que sabía lo que se tenía entre manos al ser protagonista en una sociedad dominada por los hombres y donde la mujer no tenían ningún papel relevante.

Confianza en sí mismo. Aceptarnos. ¿Me quiero de verdad? ¿me quieren de verdad? El verdadero amor no pone condiciones. Es el que acepta a los demás tal como son. Dado que vivimos rodeados de gente por todas partes, no solamente vamos a encontrarnos con lo positivo que ellos nos pueden enseñar sino también con las críticas que nos puedan hacer. Nadie nos va a librar de ellas como los demás tampoco se libran de las nuestras. Aristóteles, el gran filósofo, contaba así el truco que él tenía para evitar la crítica: "solo hay una manera para evitar las críticas: no hacer nada, no decir nada y no ser nadie.

Nadie dijo que el camino hacia la autenticidad fuera fácil. Eso sí, empieza ya, ahora. No lo dejes para mañana. Tu tiempo,  el mío y el de todos es limitado.

lunes, 23 de septiembre de 2019

Fresas, fresas, fresas


Me encantan las fresas. Desde pequeño las pedía en el postre cada día. Y cada día sonaba igual la respuesta de mi madre: en mayo, mi hijo, que es su mes. Y así fue.

En mayo me convertí en un adicto a la fresa, pero desde que la ingeniería genética descubrió qué las fresas también podrían cosecharse los demás meses del año, la casa fue pintada de morado.

Pequeños cambios, ya lo sé, que vienen de la mano de esa revolución tecnológica constante tan de nuestros días. Nada comparado, por supuesto, a descubrir un nuevo fármaco, capaz de acabar con una pandemia hasta ahora intratable, o a descubrir vida en algún exoplaneta lejano al cual, de todas formas, no tenemos por ahora la posibilidad de acceder.

Da igual, lo que tengo claro es que el mundo -mi mundo- es más feliz con fresas todos los días.




miércoles, 4 de septiembre de 2019

Cambios


Desde hace mucho tiempo hemos llegado al mundo de los avances. Un simple apretón con el dedo índice desde el cuarto más birrioso de nuestra casa pone en movimiento a una máquina que  produce en una hora lo que diez obreros ejecutaría en el mismo tiempo. Es un avance. No cabe duda que la generación anterior puso en marcha mecanismos que hicieran posible lo que hoy recoge la generación siguiente.

Eso sí, las relaciones humanas siguen siendo humanas. El mundo mejora por decisiones personales y colectivas. Mucha gente pasa hambre porque mientras ellos se empobrecen otros se enriquecen.

Luchar contra todo tipo de injusticia exige razonamiento. Conversación, diálogo, análisis de la realidad y todo tipo de acciones que hagan posibles el cambio, hacia ese futuro que buscamos.

Estamos en una encrucijada. El futuro ha llegado y nos ha pillado con armas viejas, desfasadas, ante tecnologías que se renuevan cada vez a más velocidad. ¿Estamos a tiempo de encontrar la fórmula para armonizar tecnología y humanidad?