domingo, 5 de abril de 2020

Algo personal

Cuando todo esto acabe y podamos volver a hablar de los temas de los que hablábamos antes, que no me vuelvan a dar la vara con los beneficios que supone privatizar la Sanidad. Me lo puedo tomar como algo personal.

Si algo queda demostrado ahora hasta la saciedad es la necesidad imprescindible de no tocar los muros maestros del edificio de una sociedad -de cualquier sociedad-. No solo no tocarlos, sino reforzarlos. Empecemos por recobrar esos puesto de trabajo perdidos, los presupuestos de investigación -que ya de por sí eran vergonzosamente bajos.

Cuando todo esto acabe y podamos volver a hablar de los temas de los que hablábamos antes, será momento de pedir responsabilidades de los errores evitables que hemos cometido estos días -errores de palabra, obra y omisión-, pero también de los que se cometieron con antelación al estallido de la pandemia. Algunos no fueron errores, algunos fueron maniobras perpetradas con toda intención: la de apoderarse de áreas de negocio y lucrarse descaradamente.

Las rentabilidad que supone a corto plazo recortar servicios públicos puede salir a precio de oro a largo plazo. Ahora tenemos la evidencia. ¿Volveremos a cometer el mismo error?

Cuando todo esto acabe y podamos volver a hablar de los temas de los que hablábamos antes, que no me vuelvan a dar la vara con los beneficios que supone privatizar la Sanidad -y lo que  me vale para la Sanidad me vale para la investigación o la educación, por ejemplo-.

Me lo puedo tomar como algo personal.


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