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martes, 12 de diciembre de 2017

Punto y raya

Debe ser una experiencia fascinante contemplar el planeta Tierra desde el espacio. Un planeta (todavía) azul y hermoso, en el que, conforme te acercas, empiezan a distinguirse la forma de los continentes, los ríos, las cordilleras montañosas, los desiertos… Pero, por mucho que te acerques, no distingues dónde empieza y dónde termina un país o un estado.

Luego, si cae en tus manos un atlas lleno de mapas “políticos” te sorprende encontrar infinidad de líneas restas –o de puntos y rayas- que delimitan fronteras, esos inventos que hemos creado los hombres para impedir que nos mezclemos unos con otros.


Tan artificiales son las fronteras que creamos los humanos que van y vienen, cambian, se desplazan, desaparecen, surgen de nuevo… Existen los continentes, los océanos; existen los desiertos, las sábanas, los valles, las islas…, pero no existen las fronteras. Las fronteras –las físicas y las otras- las creamos los humanos.




Entre tu pueblo y mi pueblo hay un punto y una raya. La raya dice no hay paso, el punto, via cerrada. Y asi entre todos los pueblos, raya y punto, punto y raya. Con tantas rayas y puntos, el mapa es un telegrama. Caminando por el mundo se ven rios y montañas, se ven selvas y desiertos pero ni puntos ni rayas. Porque esas cosas no existen sino que fueron trazadas para que mi hambre y la tuya estén siempre separadas.

domingo, 23 de julio de 2017

To be continued (Continuará…)


Muchos errores ha cometido mi país en toda su historia. Y también muchas espinas hemos pretendido olvidar. Parece como si estuviéramos educados para que la historia no nos duela. Y el peligro de todo ello es que, acostumbrados a itinerarios seguros, nos volvamos un día nómadas, sin metas ni objetivos. Sea  larga o corta la vida de cada uno, al final todo queda resumido en unas notas grises que cada uno conserva en la memoria y que, sean cuales fueren, no van a terminar con esta novela llamada Historia sino que habrá que continuarla.

Tengamos con ella el cariño que le profesaba Cicerón quien hablaba de ella como testigo de los tiempos, luz de la verdad, vida de la memoria, maestra de la vida, testigo de la antigüedad. Que no se duerman los que con fechas y narraciones, con poemas o relatos nos hacen presente la Historia.