Mostrando entradas con la etiqueta éxito. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta éxito. Mostrar todas las entradas

miércoles, 15 de agosto de 2018

Stella


Se dejó caer en el sofá del camerino. Ya se quitaría el maquillaje que tanto le incomodaba, pero lo primero era recuperar esa energía que le caracterizaba. No podía quejarse, el estreno del nuevo programa había sido un éxito -otro más- después de semanas de tensión, de gritos, de incertidumbres. Mañana más de una web publicaría su crítica y sabía que en Twitter ha estaría rodando etiqueta “#Stella” como trending topic o a punto de serlo. No era la primera vez. Empezaba a estar peligrosamente acostumbrada a serlo.

Y sin embargo, se daba cuenta de que cada vez le importaba menos. No se veía reflejada en la actitud de la mayoría de las compañeras de la cadena de televisión, una de las más importantes del país. A alguna les pesaba el ego tanto que merecían sillón a parte para depositarlo a su lado. Se sentía sola, cada vez más. Añoraba los primeros tiempos, aquéllos de la pequeña emisora “de pueblo”, con pocos medios, en los que había que hacer de todo. No como ahora, que una nube de productores, guionistas y técnicos de todo tipo se lo daban todo casi hecho. La nueva estrella de la televisión solo tenía que abrir la boca y sus deseos se cumplían como si estuviera rodeada de infinitas lámparas de genios. No necesitaba ni frotar.

“Soledad” esa era la sensación que angustiaba a Stella. Pero se sentía atrapada. Ya no estaba a tiempo de romper con todo y liberarse de esa cárcel cada vez más angustiosa que la rodeaba. Demasiados contratos, demasiados compromisos adquiridos, demasiados favores que, de una manera un otra, tendría que devolver. Negó sin darse cuenta con la cabeza, en un intento más sacudir esos sentimientos de su cabeza. No era la primera vez que le venían a la cabeza -y sabía que no sería la última.

Al otro lado de la puerta le esperaba de nuevo la nube de admiradores y de aduladores sobrevenidos; los mismos que le abrumarían de piropos y halagos procedentes e improcedentes; los mismos que no dudarían en sacar sus cuchillos de cortar cabezas en cuanto cometiera el primer traspiés…




domingo, 28 de mayo de 2017

El escribidor



Ha escrito muchos posts de corto y largo alcance. En las redes sociales, en periódicos de su localidad y en otros de niveles más complejos y también dos novelas que han sido leídas y superleídas. Incontables sus ediciones. Hace veinte años que publicó la segunda. ¿Será la última? ¿No ha escrito más? ¿Habrá otras con un seudónimo? Dicen que no quiere escribir más por temor a caer del peldaño donde lo subieron con sus primeras novelas. Tiene miedo a encogerse. Le preocupa que puedan quitarlo de la montaña donde está a la vista de todos. ¿Se regodea con ser genio o le preocupa que otros le quiten el puesto? Entre más a escondidas escribe, más escondido se quedará. No tuvo estudios especiales. Y si naces con un don aprovéchalo y explótalo al máximo.