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sábado, 6 de noviembre de 2021

 Las 8 de la mañana. Y aquí estoy: con una taza de café en la mano y dándole vueltas a una idea, que tal vez pudiera resumir así: “El tiempo tiene su manera especial para tomarnos desprevenidos al paso de los años”.

Me parece que apenas ayer era joven... Pero no. En cierta forma parece que fue hace mucho tiempo. ¿A dónde se fueron los años? Sé que los viví. Tengo visiones de cómo fueron y de todas mis esperanzas y sueños. Pero allí están. 


Ya llegó el otoño de mi vida y casi me ha tomado por sorpresa. ¿Cómo llegue aquí a mis 70 años tan rápido?

¿A dónde se fueron los años de mi juventud? Recuerdo que pensaba que ese otoño estaba tan lejos que no podía imaginar cómo sería, pero me llegó.  Mis amigos están jubilados y se vuelven "canosos"... como yo. Se mueven más lento. Algunos están en mejor forma, otros peor que yo, pero en todos veo el cambio. Pero la edad empieza a sentirse y a notarse. Ahora somos las personas mayores que nunca pensamos que llegaríamos a ser.


Así he entrado en esta nueva etapa de mi vida... Casi sin preparación para sufrir dolores y achaques, y la pérdida de fuerza, agilidad y habilidad para ir y hacer las cosas que quisiera. Pero, lo que si sé, es que este otoño se irá más rápido. ¡Entonces empezará otra aventura! Quizás habrá algún arrepentimiento por haber hecho cosas que hubiese querido no hacerlas y por no haber hecho cosas que sí debí hacer. Pero hay muchas más con las que estoy contento.



Si todavía no te ha llegado tu otoño, déjame recordarte que vendrá mucho más rápido de lo que piensas.      Entonces, cualquier cosa que quieras lograr en tu vida hazla ahora, rápido. No lo pospongas por mucho tiempo. La vida no te espera. Haz todo lo que puedas hoy, porque nunca estarás seguro si ya estás en tu otoño o no. Solo tú sabrás si podrás lograr vivir todas las estaciones. 


Así que vive el hoy y el ahora y di las cosas que quieres que tus seres queridos recuerden. La vida es un regalo. Haz de este viaje algo único, agradable, fantástico para ti y para tus seres queridos, allegados y en general para los que te rodean. Recuerda: "La verdadera riqueza es la salud, no las piezas de oro y plata, o el dinero en el banco, ni las cosas materiales que cuando te vayas de este mundo no valdrán nada para ti".


Por eso, me atrevo a hacer una sugerencia: “Goza de tu vida mientras dure”. Y recuerda que salir a la calle es bueno, pero regresar es mejor. Si olvidas nombres, no importa. ¡A lo mejor esas personas olvidaron que te conocieron!


Ten muy en cuenta que mucho, muchísimo, de lo viejo fue bueno: viejas canciones, películas clásicas y, lo mejor de todo: los amigos del alma.

domingo, 15 de noviembre de 2020

Horizontes

Tus pies entran en contacto con la arena. Y no siempre guardas el equilibrio que traías del asfalto. Al rozar el agua la sensación comienza a ser diferente hasta que el agua se convierte en tu conductora.

Decir que estás en el cielo o en el vacío es no decir nada. El agua deslizándose suavemente o en oleaje te aleja del mundo de tu yo de cada día y te acerca al horizonte.

Allí donde el azul del cielo se abraza con el azul del mar es nuestro horizonte cercano. El lugar donde la misericordia abraza al verdugo, donde la solidaridad echa fuera al egoísmo y otro nuevo lenguaje, otras costumbres diferentes, nos hacen sentirnos ciudadanos de otro mundo donde siempre podemos hacer cercano cualquier horizonte.




domingo, 4 de octubre de 2020

Jorge Luis Borges - Valgo


"De tanto perder, aprendí a ganar; de tanto llorar, se me dibujó la sonrisa que tengo. Conozco tanto el piso que sólo miro el cielo. Toqué tantas veces fondo que, cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré. Me asombro tanto cómo es el ser humano, que aprendí a ser yo mismo. Tuve que sentir la soledad para aprender a estar conmigo mismo y saber que soy buena compañía. Intenté ayudar tantas veces a los demás, que aprendí a esperar que me pidieran ayuda. Traté siempre que todo fuese perfecto y comprendí que realmente todo es tan imperfecto, como debe ser (incluyéndome). Hago sólo lo que debo, de la mejor forma que puedo, y los demás que hagan lo que quieran. Vi tantos perros correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido. Aprendí que en esta vida nada es seguro, sólo la muerte… por eso disfruto el momento y lo que tengo. Aprendí que nadie me pertenece, y aprendí que estarán conmigo el tiempo que quieran y deban estar, y quien realmente está interesado en mí me lo hará saber a cada momento y contra lo que sea. Que la verdadera amistad sí existe, pero no es fácil encontrarla. Que quien te ama te lo demostrará siempre sin necesidad de que se lo pidas. Que ser fiel no es una obligación, sino un verdadero placer cuando el amor es el dueño de ti. Eso es vivir… La vida es bella con su ir y venir, con sus sabores y sinsabores… Aprendí a vivir y disfrutar cada detalle, aprendí de los errores, pero no vivo pensando en ellos, pues siempre suelen ser un recuerdo amargo que te impide seguir adelante, pues, hay errores irremediables. Las heridas fuertes nunca se borran de tu corazón, pero siempre hay alguien realmente dispuesto a sanarlas, con la ayuda de Dios. Camina de la mano de Dios, todo mejora siempre. Y no te esfuerces demasiado, que las mejores cosas de la vida suceden cuando menos te las esperas. No las busques, ellas te buscan. Lo mejor está por venir”.


Jorge Luis Borges




jueves, 16 de abril de 2020

Cisne negro

En Economía -y también en Sociología- se denomina cisne negro al hecho o conjunto de hechos imprevistos, generalmente negativos, que determinan un cambio drástico capaz de cambiar el curso de la realidad.

Un cisne negro fue, por ejemplo, la quiebra de Lehman Brothers, un 15 de septiembre de 2008. Un año antes había presentado una cuenta de resultados con los máximos beneficios de sus 158 años de historia. De la noche a la mañana cundió el pánico en los mercados financieros y… y el resto ya es sobradamente conocido ¿verdad? Pero hasta es momento las cosas parecían ir suficientemente bien, sin que nadie pareciera percibir de modo claro el abismo que se aproximaba.

Tiempo atrás, en septiembre de 1929, un martes negro (28 de octubre para más señas) la bolsa neoyorkina entró en pánico, cundió la desconfianza entre los inversores y se colapsaron las finanza. En pocas semanas se perdieron infinidad de empleos, dentro y fuera de Estados Unidos.

Y ahora, sobre nosotros sobrevuela otro cisne negro: una circunstancia, en principio imprevista; algo que aparentemente no tiene relación alguna con la realidad económica, pero de la que todos somos ya conscientes de sus consecuencias. Aparte de la dramática cifra de vidas que se va a cobrar en todo el mundo, todos los países sobre la faz de la tierras van a ver arrasadas sus economías.

Cisne negro, pues, la circunstancia o conjunto de circunstancias que cambian de manera rápida y negativamente la realidad. Pero esos cisnes negros ¿son tan imprevisibles como parecen? ¿O preferimos mirar para otro lado cuando alguien avisa de un peligro probables? ¿Acaso no fueron tachados de agoreros a quienes avisaron de que, tarde o temprano, esto podía pasar, que ya había avisos previos  en el horizonte?

Otro tanto ocurren de los que nos advierten del cambio climático o del agotamiento de las fuentes de energías consumibles, por ejemplo.

El tiempo dirá si aprendemos la lección o dejamos pasar de nuevo la oportunidad. Más nos vale, no habrá una segunda.


domingo, 22 de marzo de 2020

Poesía y Primavera

Llegó la primavera. Dormíamos con pequeños grandes insomnios cuando la primavera se dejó caer. Símbolo de fertilidad y frescura pensar en ella hoy es como deleitarnos. ¿Necesitamos inspiración? Vayamos a la fuente  y hoy quizás más que nunca se precisa renovación, rejuvenecimiento.  Cuando los mayores comenzamos a sintetizar la vida aprendida durante años y  todavía  con  la flor de la vida en sus manos, llegan otros  jóvenes,  y lo que se había oscurecido recupera sus colores, y volvemos a escuchar el canto de los pájaros.

Y esta misma jornada celebramos el día mundial de la Poesía. Primavera y poesía. Poemas y fiestas primaverales, fiestas este año oscurecidas por el negro paraguas que desde lejos cruza los mares. Descansan los mayores, aparecen los jóvenes... "Poesía eres tú", nos recuerdan con Bécquer. Queremos seguir la siembra que otros comenzaron y que nuestra sociedad, sus gentes y organizaciones asimilen la mezcla de poesía y primavera.

Paz permanente en las conciencias. Hombre y naturaleza avanzando en armonía. Desde la importancia de cada uno que, siendo iguales, nos hace diferentes unos los otros. La poesía a nos ayuda a crecer en  la libertad de expresión y vemos con Elvira Sastre que nos anima con la siguiente consigna: "Propaga estos límites y navega siempre a la deriva". Y nos sugiere mantenernos cerca de todo aquello que quisimos y no debemos olvidar.

"Mara, fantasma azul de mis dieciséis años,
tú que fuiste una vez todo lo que perdí
y lo que nunca tuve”.

Comprender con Miguel Poveda la anchura y frescura de la libertad, sin olvidarnos para nada de los grandes maestros de este mundo, tales como Pablo Neruda y Juan Ramón Jiménez, pasando por Glorias Fuertes y Antonio Machado, al tiempo que abrimos las puertas a los hacedores de nuevas primavera: Elvira Sastre, Benjamín Prado, Ismael  Ramos, Alba Cid, y muchos otros.


martes, 10 de marzo de 2020

Iglesia 2020

Vuelve a estar de moda. Con frecuencia se habla de ella y no precisamente de forma positiva. Estamos refiriéndonos a la iglesia, de quién algunos cercanos a ella dicen que está dominada por un pensamiento débil. algo parecido a lo que contaba Nietzsche de un loco qué se dedicaba a quemar iglesias mientras cantaba un réquiem por ella, y justificaba su acción diciendo que aquellas iglesias no eran sino las tumbas y los monumentos fúnebres de Dios.

Algunos miembros distinguidos de la misma advierten de este hecho. Los templos se vacían y muchas vibraciones recuerdan a la descripción del loco que contaba el filósofo Nietzsche y haciéndose  proponen un concilio similar al el concilio Vaticano II que, según Juan XXIII, era abrir la ventana de la iglesia para que entre el viento renovador y se lleve el polvo acumulado durante años.


jueves, 5 de marzo de 2020

Muchas veces pensamos en divertirnos, en irnos de marcha, en pasarlo bien, y a ello dedicamos tiempos y horas de muchas de nuestras jornadas, olvidándonos de que todo no termina en el día de hoy, sino que hay un mañana que está por venir, que no siempre es el día siguiente, sino otro mas allá. Y desde luego ese día por venir, no se hace con juergas y batallitas, sino trabajando y esforzándonos, y para ello hoy, si somos jóvenes o entrando en la adultez, como no estudiemos algo más lo tenemos fastidiado. Todos los economistas y gentes que entienden de estos rollos dicen que en el futuro inmediato (si el puñetero coronavirus no nos devuelve a la Edad Media…)  será de aquellos que tengan una formación especializada, pero sean capaces de reciclarse, cuanto más mejor. Y sin embargo, cada día son menos los jóvenes que afrontan este tipo de estudios. Al menos en lo que veo y en lo que se roza conmigo tanto en los ambientes sociales, amistosos y laborales en los que me muevo.

Creo que los que podamos debemos colaborar en que los más jóvenes salgan de la rutina y de la comodidad, y que todo no se soluciona con la ley del menor esfuerzo, sino que hay que conseguir, con esfuerzo, otros valores cívicos -incluso por egoísmo personal- si se quiere tener un futuro mejor, pues lo que no se podrá hacer siempre es depender de los padres.

Aunque, la verdad, pienso que este es un problema más general, no solo de los jóvenes sino de los que pasamos de los cuarenta, incluso con creces. Vivimos socialmente en una etapa de no compromiso, no esfuerzo, de hacer lo mínimo, vivir cómodos y que sean otros los que realicen y hagan los cambios que nos vengan bien a todos, mientras nos sentamos, en el mejor de los casos, a verlas venir.

Instituciones sociales, como la iglesia, tuvieron otro tiempo mucho que decir a nivel positivo del que muchos nos beneficiamos. Hoy parece que su papel está más en crisis y no es tan frecuentada por los jóvenes. Otras instituciones sociales como asociaciones de vecinos, ONGes o grupos políticos tampoco cuentan mucho con ellos, salvo que sea para defender los ideales de dicho grupo y captar votos para su partido. Tampoco es manera. La escuela, los padres se ven algo maniatados. Instituciones que operamos en los ambientes sociales tenemos algo de entrada pero es insignificante. Haría falta, digo yo, que los medios de comunicación, televisión y sobre todo internet, a través de sus potentes redes sociales, movieran el culo para activar el panorama.

sábado, 1 de febrero de 2020

¡Dios salve a la reina!


Cuentan los que tienen memoria que, allá por la década de los cincuenta del siglo pasado, que durante un importante temporal en el canal de La Mancha, se interrumpieron las comunicaciones entre las Islas Británicas y el continente. La prensa del Reino Unido se descolgó pomposamente con titulares, a cinco columna, como el de “EUROPA AISLADA”… Tal es la visión que tienen gran parte de sus gentes de ser el ombligo del mundo. Y quien sabe si esa imagen sigue presente en la mentalidad generalizada.

Pareciera que nunca iba a llegar, que entre todos se instrumentarían soluciones que diluyeran el riesgo de este “brexit” del que ya no hay vuelta a atrás. Lo cierto también es que la pertenencia del Reino Unido a la Unión Europea no nunca fue fácil. No lo fue desde el principio. Algo debió intuir Charles De Gaulle, desde la presidencia francesa, cuanto demostró sus reticencias, una y otra vez, a la incorporación de los británicos. Hasta el tercer intento no se superaron aquellos escollos.

Y luego, ya dentro, se les permitió un estatus especial para que mantuvieran su moneda -mientras los demás aceptamos sin rechistar el euro- o las condiciones de residencia en su territorio, o privilegios financieros para “la city” de Londres, por poner alguno de los mucho ejemplos que podrían aducirse. Nunca fueron proclives a ceder soberanía -ni siquiera a compartirla- en pos de una Europa más igualitaria, más homogénea y más unida.

La Historia tiempo juzgará a los políticos que nos han traído hasta aquí. El futuro es una incógnita, aunque de entrada, queda claro que todo el mundo sale perdiendo, pese a que algunos creen que no; piensan que mejor solos que mal acompañados -las malas compañías somos el resto de nosotros, no se nos olvide-.

Se me ocurren varios refranes y frases hecha:
- En su pecado llevarán su penitencia.
- Con su pan se lo coman.
– No la hagas y no la temas.
- Bon vent i barca nova.
- Arrieros somos…



sábado, 25 de enero de 2020

Tiempos nuevos


En aquel momento todos hablábamos de un capítulo nuevo, de olvidarnos de aquello que nos hizo perder tanto tiempo sin eficacia alguna y casi todos coincidíamos que era hora de vivir el “ahora”.

En ese “ahora” puede estar también el librarse de la presión ambiental de los fines de año, recapitular todas aquellas cosas que nos hacen dar gracias a la vida, donde recordemos aquellas situaciones difíciles que nos dieron lecciones para no olvidar y concretemos aquel solo compromiso que nos hicimos y no lo perdamos de vista.

Y es que cuando hemos intentado cumplir un compromiso de año nuevo es más que probable que para febrero lo hayamos olvidado. Ante esto que nos pasa - si somos sinceros habrá que reconocerlo- una idea interesante a desarrollar sería hacer microconpromisos mensuales.

Hagamos la prueba. No perderemos el tiempo.