Mostrando entradas con la etiqueta esperanza. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta esperanza. Mostrar todas las entradas

martes, 11 de enero de 2022

Desde mi balcón

 Tendida en la tumbona en mi balcón cogiendo sol, por eso de la vitamina D, a cuenta ahora del Ómicron, me viene a la memoria cuando lo hacía confinada por la primera ola de la pandemia... Esta vez hay un cambio abismal con el exterior de entonces. 

Ahora se oyen las campanas de la iglesia cercana reclamando fieles, coches circulando una vez integrados sus dueños, niños en la calle que juegan contentos recobrando parte de su libertad.


Antes sólo se movían los animales alegres de recuperar su naturaleza. Ahora se vuelven a conformar con lo que les dejamos quienes parecen ser más animales y menos sabios que todos ellos.


El sol brilla con todo su esplendor bajo un cielo que el astro torna de un precioso color azul. Los pájaros intentan sobresalir con sus cantos, pero ahora son ensordecidos por coches, motos y demás vehículos en un asfalto que ha cobrado vida. 


Han pasado ya las fiestas de Navidad y Fin de Año que tanto sufrimiento supone para animales y personas sensibles, quienes parecen enloquecer o morir de miedo. Pero esto no importa a un amplio resto llamado humanos. Ande yo caliente... sin que importe la gente.


Lo que no parecen percibir es que la gente la forman ellos también, y que caerán con lo mismo a lo que no les importa abocar a los demás.


Hasta los pájaros se agrupan inteligentemente en su vuelo en bandadas para ayudarse mutuamente. Deben ser animales más racionales que los que llevan su nombre.


Mientras tanto la vitamina D sigue generándose en mi organismo, a ver si conseguimos eludir de una vez a este parece ser indestructible bicho de no sé cuántas cabezas.


Mila





lunes, 29 de noviembre de 2021

Historia de Navidad. Un reencuentro

 La víspera del día de Navidad Rafael se atrevió a tomar una decisión de una vez por todas; una decisión que llevaba retrasando demasiado. Ya eran varios los que llevaba alejado de su madre. Viejas rencillas mal digeridas le s supuso a ambos perder el contacto. El resto fue un problema de orgullo mal entendido. En el fondo lo sabía; sabía que el dolor que le causaba la situación no era menor que el que provocaba en Gloria, su madre.

La vida no le había tratado bien en los últimos tiempos. Divorciado y con un hijo de nueve años a su cargo, no eran éstos tiempos fáciles para hacer proyectos de futuro. Siempre dando tumbos de aquí para allá, sin un trabajo estable, al menos, pudo mantener el cariño de su hijo, un niño espabilado, que, de tarde en tarde, le hacía preguntas que le costaba responder.


Por eso, esa mañana, sentado en una mesa, tras el cristal de la vieja cafetería situada en frente de su antigua casa, ante un café con leche, observó la escena de un niño, su hijo, llamando a la puerta de la que fue su casa cuando tenía esa misma edad. Inconscientemente y con un susurro, repitió las palabras que tantas veces había ensayado con él.


- Hola, abuela. Soy Rafa, tu nieto, y vengo a pasar las vacaciones de navidad contigo. -y sin esperar respuesta se introdujo en su casa.


Dio un sorbo a su café y se relajó un tanto. Una incipiente sonrisa se dibujó en su rostro. Aún se sentía culpable, pero, ¡quién sabe! Tal vez las próximas navidades, las del año que viene, fueran dos los que llamaran a esa puerta, él y su hijo. Seguro que Gloria los recibiría como el mejor de los regalos. Seguro, pero para él todavía era demasiado pronto.









viernes, 11 de diciembre de 2020

Seis historias

Espero que te gusten estas seis historias.

Son tan pequeñas que sólo te tomará un minuto leerlas.

1.- Un día, los hombres del pueblo decidieron orar para pedir que lloviera. El día de la oración, toda la gente se reunió, pero solo un niño llegó con paraguas.
Eso es FE

2.- Cuando avientas a un bebé en el aire y se ríe es porque sabe que lo atraparás de nuevo.
Eso es CONFIANZA

3.- Cada noche nos vamos a dormir, sin la seguridad de que estaremos vivos a la mañana siguiente y, sin embargo, ponemos la alarma para levantarnos.
Eso es ESPERANZA

4.- Hacemos grandes planes para mañana a pesar de que no conocemos el futuro en lo absoluto.
Eso es SEGURIDAD

5.- Vemos el sufrimiento en el mundo y, a pesar de ello, nos casamos y tenemos hijos.
Eso es AMOR

6.- Había un anciano con la siguiente leyenda escrita en su camiseta: “No tengo 70 años, Tengo 16 con 54 años de experiencia”.
Eso es ACTITUD


¡Vive tu vida así, con Fe, Confianza, Esperanza, Seguridad, Amor y Actitud!



viernes, 4 de diciembre de 2020

Esperanza

Hace ya bastante tiempo. El momento personal era delicado, De esos de los que todos seguramente tenemos experiencia. Los que estaban a mi lado intentaban animarme y como siempre me recordaba que detrás de la tormenta siempre viene la calma y que incluso la más negra de las nubes tiene siempre su rayo dorado. Algunas de las cosas que me decían las busqué en internet, casi todas confluían y se resumían en una palabra: ESPERANZA.

Sí, antes o después acaba escampando.

Hay mucha gente para la que la vida no es más que nubes negras, una detrás de otra. Y si  observamos bien, no son mentiras ni cosas inventadas. Es  la realidad de cada día. en muchos casos te encuentres incluso con problemas más grandes que los que tú puedas tener. Problemas que de seguro si los tuviéramos nosotros viviríamos amargados y quejándonos. Y es muy consolador descubrir que algunas de esas personas son ellas mismas  el rayo que impide que la nube siga siendo oscura.




sábado, 7 de noviembre de 2020

Plegaria de un creyente (Gloria Padrós)

 Oh, dios, tú que habitas en muchos o casi todos los reductos de nuestras vidas; tú que estás siempre presente cuando te necesitamos; tú que eres imprescindible tanto para los que creen como para los ateos; tú que oyes nuestro llamado al instante; tú, oh dios…

escucha nuestra súplica.

Tú que eres el dios del siglo XXI, que todo lo sabe, todo lo puede, todo lo soporta; tú que a cada pregunta nos respondes con mil y una respuestas, qué digo?  Con millones y millones de respuestas; tú que en nuestro hogar, en la calle, en el trabajo, en la playa, en la montaña, en el mar siempre nos asistes.  Tú que no te escondes de cada ser humano, que te muestras en cada escaparate, en cada medio escrito, en cada llamada telefónica anónima; tú que sientes y crees que sin ti la vida no es vida… 

escucha nuestro ruego.

Tú que vives y reinas en el mundo de los mortales, más allá de las fronteras, de los mares, de los límites humanos y extraterrestres, tú que a cada instante nos tocas con tu vibración, con tus sonidos, con tu música metálica, tan potente, tan latente, tú que nos hablas a través de los más inimaginables medios…

escucha nuestra súplica.

Tú, dios de dioses, rey de reyes, que te enseñoreas frente a todos, desde el más humilde hasta el más poderoso, tú que nunca dices nunca, que facilitas a todos tu pertenencia, que no huyes ni te escondes de ningún ser viviente y con razón.

escucha nuestro ruego.

Dios Tecnología, aquí estamos, frente a ti, deseando  o sin desearlo, para suplicarte que te apartes de nosotros, que no nos “transformes  en “ciegos entre ciegos”, que no te impongas en nuestras vidas como lo estás haciendo hoy. 

Que nos devuelvas el libre albedrío que un día el DIOS verdadero le otorgó a Adán… y que nos valores en la medida en que respondamos, no a ti, sino a nuestro prójimo.  

No nos apartes, dios Tecnología, del verdadero camino, del sano y justo discernimiento.  Ayúdanos, sí, cuando así lo necesitemos, pero no te impongas, te lo rogamos.  Cada uno de nosotros por nuestras convicciones de fe, de fe genuina te presentamos esta súplica.

Al DIOS VERDADERO le pedimos que nos ayude  a valorarte en la justa medida, a que nos demos  cuenta que la vida es más libre sin tu asistencia, que nuestro cerebro se puede desarrollar más sin tu presencia entre nuestras manos.  

Que el diario vivir sea más apacible al soplo suave de la brisa, al color de las flores, a la amplitud de los cielos, y que nuestra vista no pierda la visión del mundo que creaste, sólo porque tú, Dios tecnología, suenas y suenas.

No dejamos por eso de valorar tus virtudes especialmente en el campo de la ciencia, de la medicina, de las comunicaciones globales.  Sin tu asistencia muchas cosas que hoy disfrutamos, no las podríamos utilizar.  

Pero asimismo, qué eres tú, Dios tecnología, sin la luz, sin la energía, sin un cable que te sustente?  El mundo se detiene cuando la luz se quiebra.  

Dejemos por lo tanto que LA LUZ, la luz Divina nos alumbre e ilumine a todos sin discriminación de ninguna clase:  al rico y al pobre; al discapacitado y al sano; al humilde y al poderoso; al negro, al blanco, al amarillo; al mundo sin barreras y sin límites.  

Esa LUZ será la que mejor ilumine nuestras conciencias, nuestras almas, nuestro ego, nuestros pecados, para que podamos, en su justa medida, darle el valor único y necesario a los adelantos científicos que se nos presentan a cada instante.

Que el Dios de Luz y Señor de Señores se apiade de nosotros y nos dé su PAZ.  Amén.

viernes, 31 de julio de 2020

Patrimonio de la Humanidad

La siguiente es una ficción para ambientar la reflexión de hoy, aunque, he de confesarlo, me gustaría que fuese realidad:

En la sala de juntas de la Organización Mundial de la Salud en Ginebra no cabe una persona más pues la convocatoria hecha por su director general es de vital importancia para el futuro de la organización y, aunque suene pretencioso, para el del mundo entero. Hoy escucharán la propuesta de una joven pareja de científicos que, después de largas horas de investigación, ha encontrado la vacuna que puede frenar en seco el Covid-19 que, con sus mutaciones y su poder de contagio, tiene en vilo al orbe entero. Fabián y Luisa quieren que la fabricación y distribución de la vacuna sea a través de la OMS para que su hallazgo sea “patrimonio de la humanidad” y no un negocio para las industrias farmacéuticas. Solo hay un problema: el elevado coste de la producción de la vacuna. Si la OMS decide aceptar esta tarea ha de empeñar buena parte de su capital humano y financiero para hacerse con este tesoro de valor incalculable. La decisión es unánime: ¡adelante! Vale la pena dejarlo todo por este tesoro… trabajar en la vacuna será lo que nos haga levantar por la mañana con ilusión, desgastarnos en el curso del día y llegar a la noche con la satisfacción de haber hecho algo para mejorar la vida de todas y todos.



viernes, 26 de junio de 2020

Proclama (Un poema esperanzado para tiempos

Empiezo a estar cansado
de la ley del desánimo,
de la queja obligatoria.
Así que me pongo en pie,
tomo prestada la voz
del viejo Whitman
y proclamo
que me siento orgulloso de vosotros,
mis amigos,
de cada uno de vosotros.
Proclamo que nunca me habéis fallado.
Me siento orgulloso
del río de caras soñolientas
que llena las aceras a las seis de la mañana,
camino del taller o la oficina;
de ellos, y de los adolescentes que se besan,
de las mujeres embarazadas,
de los viejos que juegan a la petanca
o se agrupan de a tres
en las entradas de los pueblos.
Proclamo que admiro a los que no os rendís,
proclamo que sois muchos los que no os rendís,
proclamo que me asomo a la ventana
y me gusta lo que veo.
Tengo mucho que celebrar: por ejemplo
celebraros a vosotros,
celebrar que estamos aquí,
que vamos a quedarnos,
y que nunca me habéis fallado.
Puesto en pie, con la voz del viejo Whitman,
os digo:
me hacéis invencible
porque vosotros sois invencibles,
y no hay noticia ni debate
que pueda haceros creer lo contrario.

Antonio J. Sán

jueves, 30 de abril de 2020

La nueva normalidad

La actual pandemia ha hecho mella ya en nuestra sociedad con millones de afectados por despidos, ERTEs, negocios cerrados, debido al descenso de la actividad económica.

Es solo el principio. Los efectos, directos e indirectos empiezan a aflorar. Sufren y sufrirán las trabajadoras del hogar, los autónomos endeudados, las familias monomarentales, los niños que comían, gracias a becas comedor o a la merienda que hacían en el centro abierto.

Y si dirigimos nuestra atención a otras partes del mundo la situación no va a ser mejor. Fijemos nuestra atención a las favelas o las grandes ciudades africanas, allá donde el jabón y el agua son un lujo y la distancia social un imposible, el escenario todavía es más terrible.

No, no van a ir bien las cosas. La vida nunca ha sido buena para todos, es cierto Ni siquiera en los mejores momentos. Y todo ello no es incompatible con decir que la vida es un don. Cada día puede ser una maravilla, incluso recluidos en casa, pero no hay ninguna necesidad de negar el horror. La aventura de asumir el sinsentido -la injusticia y la desgracia- y aun así, seguir adelante, es mucho más interesante que el pensamiento mágico del “Todo irá bien”.

Nadie que esté en la parte baja de la pirámide social y que no pertenezca al grupo de los enriquecidos nos dirá que todo irá bien”, porque conoce demasiado bien la precariedad de la existencia humana. Pero también sabe que la semilla tiene que caer al suelo fértil para dar fruto, y que lo que tiene que venir después es una maravilla. Esperanza a pesar de todo.

No todo irá bien, pero podemos encontrarle un sentido al confinamiento. Valorar aquello que teníamos y ya no; agradecer lo que sí conservamos; sentirnos parte de un todo solidario que ayuda allanar la curva. Hay que aprender a vivir de otro modo, descubrir que hay vida más allá de la obsesión por la productividad.


viernes, 20 de marzo de 2020

Medicinas para el alma

Cuando tenemos dificultades, estamos acostumbrados a concentrarnos en lo más bajo, a no pensar más que en ellas, a rumiar durante demasiado tiempo en todo lo que no marcha bien, en todo lo que nos preocupa, nos inquieta, nos apena...

Mirar sin cesar hacia abajo no es buen método, hay que procurar mirar hacia arriba, donde se encuentran la luz, la sabiduría, la belleza, y todo lo que puede incitar a nuestras almas a descubrir los medios para superar las dificultades.

Las preocupaciones, las penas existirán siempre, no nos las vamos a ahorrar.  Para superarlas debemos actuar como se hace contra las intemperies o contra los insectos:  equipándonos.  Contra la lluvia cogemos un paraguas, contra el frío os nos abrigamos, contra los mosquitos usamos un mosquitero…

Pues bien, contra las dificultades debemos mirar hacia lo alto para extraer la luz y la fuerza.  Sólo de esa forma triunfaremos.

jueves, 19 de marzo de 2020

Empezar de cero

Y así un día se llenó el mundo con la nefasta promesa de un apocalipsis viral y de pronto las fronteras que se defendieron con guerras se quebraron con gotitas de saliva, hubo equidad en el contagio que se repartía igual para ricos y pobres, las potencias que se sentían infalibles vieron cómo se puede caer ante un beso, ante un abrazo.

Y nos dimos cuenta de lo que era y no importante, y entonces una enfermera se volvió más indispensable que un futbolista, y un hospital se hizo más urgente que un misil. Se apagaron luces en estadios, se detuvieron los conciertos, los rodajes de las películas, las misas y los encuentros masivos y entonces en el mundo hubo tiempo para la reflexión a solas, y para esperar en casa que lleguen todos y para reunirse frente a fogatas, mesas, mecedoras, hamacas y contar cuentos que estuvieron a punto de ser olvidados.

Tres gotitas de mocos en el aire nos ha puesto a cuidar ancianos, a valorar la ciencia por encima de la economía, nos ha dicho que no solo los indigentes traen pestes, que nuestra pirámide de valores estaba invertida, que la vida siempre fue primero y que las otras cosas eran accesorios.

No hay un lugar seguro, en la mente de todos nos caben todos y empezamos a desearle el bien al vecino, necesitamos que se mantenga seguro, necesitamos que no se enferme, que viva mucho, que sea feliz y junto a una paranoia hervida en desinfectante nos damos cuenta que, si yo tengo agua y el de más allá no, mi vida está en riesgo.

Volvimos a ser la aldea, la solidaridad se tiñe de miedo y a riesgo de perdernos en el aislamiento, existe una sola alternativa: ser mejores juntos.

Si todo sale bien, todo cambiará para siempre. Las miradas serán nuestro saludo y reservaremos el beso solo para quien ya tenga nuestro corazón, cuando todos los mapas se tiñan de rojo con la presencia del que corona, las fronteras no serán necesarias y el tránsito de quienes vienen a dar esperanzas será bien recibido bajo cualquier idioma y debajo de cualquier color de piel, dejará de importar si no entendía tu forma de vida, si tu fe no era la mía, bastará que te anime a extender tu mano cuando nadie más lo quiera hacer.

Puede ser, solo es una posibilidad, que este virus nos haga más humanos y de un diluvio atroz surja un pacto nuevo, con una rama de olivo desde donde empezará de cero.

Edna Rueda Abrahams



domingo, 24 de noviembre de 2019

La Esperanza, La Libertad y la Muerte


Hace muchísimos años, en la ciudad de Ur caminaba La Esperanza con su amiga La Libertad por un mercado muy concurrido donde el aroma de especias y el bullicio de mercaderes y compradores lo impregnaban todo.

A unos pocos metros de distancia un hombre que caminaba a unos metros por delante se desvanecía, cayó al suelo y al momento vieron como La muerte lo abrazaba y trataba de que su alma le acompañase entre sollozos y protestas compungidas del hombre…

- No ha llegado mi momento, no he vivido lo suficiente, ¿qué va a ser de mi familia y de mis posesiones que con tanto esfuerzo he atesorado? -argumentaba el pobre desdichado…

La libertad, al ver lo mal que lo estaba pasando el hombre, se acercó y le preguntó a La muerte…

- ¿Cómo nos podemos librar de tu abrazo?...

Y la muerte le contesto…

- Acompañadme y lo descubriréis por vosotros mismos…

Desde entonces muchos seres humanos llegan a este mundo llorando entre muestras de alegría y de felicidad de padres y familiares y se van alegres y contentos entre muestras de tristeza de las personas más allegadas… Han vivido sabiendo que tenían que morir y han muerto sabiendo que han vivido…


Cuentos de Manu (2016)