Hace ya bastante tiempo. El momento
personal era delicado, De esos de los que todos seguramente tenemos
experiencia. Los que estaban a mi lado intentaban animarme y como siempre me
recordaba que detrás de la tormenta siempre viene la calma y que incluso la más
negra de las nubes tiene siempre su rayo dorado. Algunas de las cosas que me
decían las busqué en internet, casi todas confluían y se resumían en una
palabra: ESPERANZA.
Sí, antes o después acaba
escampando.
Hay mucha gente para la que
la vida no es más que nubes negras, una detrás de otra. Y si observamos bien, no son mentiras ni cosas
inventadas. Es la realidad de cada día.
en muchos casos te encuentres incluso con problemas más grandes que los que tú
puedas tener. Problemas que de seguro si los tuviéramos nosotros viviríamos
amargados y quejándonos. Y es muy consolador descubrir que algunas de esas
personas son ellas mismas el rayo que
impide que la nube siga siendo oscura.
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