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viernes, 22 de noviembre de 2019

Contacto - Conexión


Un monje estaba siendo entrevistado por un periodista de Nueva York. El periodista comenzó entrevistando al Monje según lo planeado anteriormente.

Periodista: Señor, en su última conferencia, nos contó sobre" Contacto "y" Conexión ". Es realmente confuso. ¿Puede explicarlo?

El monje sonrió y aparentemente se desvió de la pregunta que le hizo al periodista:

"¿Eres de Nueva York?"

Periodista: "Sí ..."

El monje: ¿Quién hay en casa?

El periodista sintió que el Monje estaba tratando de evitar responder a su pregunta, ya que era una pregunta muy personal. Sin embargo, el periodista dijo: "Mi madre ya  falleció hace tiempo. El padre está allí. Tres hermanos y una hermana. Todos casados​​...

El monje, con una sonrisa en su rostro, volvió a preguntar: "¿Hablas con tu padre?"

El periodista parecía visiblemente molesto ...

El monje: "¿Cuándo hablaste con él por última vez?"

El periodista, reprimiendo su molestia, dijo: "Puede ser hace un mes".

El monje: "¿Ustedes, hermanos y hermanas, se encuentran a menudo? ¿Cuándo se reunieron  por última vez como una reunión familiar?"

En este punto, el sudor apareció en la frente del periodista.

Parecía que el monje estaba entrevistando al periodista.

Con un suspiro, el periodista dijo: "Nos reunimos  por última vez en Navidad hace dos años".

El monje: "¿Cuántos días estuvieron todos juntos?"

El periodista (secándose el sudor de la frente) dijo: "Tres días ..."

El monje: "¿Cuánto tiempo pasaste con tu padre, sentado a su lado?"

El periodista parecía perplejo y avergonzado y comenzó a garabatear algo en un papel ...

El monje: "¿Desayunaron, almorzaron o cenaron juntos? ¿Le preguntaron cómo estaba? ¿Le preguntaron cómo pasan sus días después de la muerte de su madre?"

Las lágrimas comenzaron a fluir de los ojos del periodista. El monje sostuvo la mano del periodista y dijo:

- No se avergüence, moleste o entristezca. Siento haberlo lastimado sin saberlo... Pero esta es básicamente la respuesta a su pregunta sobre "Contacto y conexión". Tienes “Contacto” con tu padre pero no tienes “Conexión” con él. No estás conectado con él. La conexión es entre corazón y corazón... Sentados juntos, compartiendo comidas y cuidándose, tocándose, dándose la mano, teniendo contacto visual, pasando un tiempo juntos... Todos sus hermanos y hermanas tienen “Contacto” pero no “Conexión” entre ellos...".

El periodista se secó los ojos y dijo:
- Gracias por enseñarme una excelente e inolvidable lección.

Esta es la realidad hoy. Ya sea en casa o en la sociedad, todos tienen muchos contactos, pero no hay conexión. Todos están ocupados en su propio mundo. No nos mantengamos solo "Contactos", sino que permanezcamos "Conectados". Cuidar, compartir y pasar tiempo con todos nuestros seres queridos.

sábado, 14 de septiembre de 2019

Escrito de una profesora de un instituto público


Yo no soy víctima de la Ley Nacional de Educación. Tengo 69 años y he tenido la suerte de estudiar bajo unos planes educativos buenos, que primaban el esfuerzo y la formación de los alumnos por encima de las estadísticas de aprobados y de la propaganda política.

En jardín (así se llamaba entonces lo que hoy es "educación infantil", ¡mire usted!) empecé a estudiar con una cartilla que todavía recuerdo perfectamente: la A de "araña", la E de "elefante", la I de "iglesia" la O de "ojo" y la U de "uña".

Luego, cuando eras un poco mayor, llegaba "Semillitas", un librito con poco más de 100 páginas y un montón de lecturas, no como ahora, que pagas por tres tomos llenos de dibujos que apenas traen texto. Eso sí, en el Semillitas, no había que colorear ninguna página, que para eso teníamos cuadernos.

En Primaria estudiábamos Lengua, Matemáticas, Ciencias, no teníamos Educación Física. En 6º de Primaria, si en un examen tenías una falta de ortografía del tipo de "b en vez de v" o cinco faltas de acentos, te bajaban y bien bajada la nota.

En Bachillerato, estudié Historia de España, latín, Literatura y Filosofía. Leí El Quijote y el Lazarillo de Tormes; leí las "Coplas a la Muerte de su Padre" de Jorge Manrique, a Garcilaso, a Góngora, a Lope de Vega o a Espronceda... Pero, sobre todo, aprendí a hablar y a escribir con corrección. Aprendí a amar nuestra lengua, nuestra historia y nuestra cultura.



Y... vamos con la Gramática.

En castellano existen los participios activos como derivado de los tiempos verbales. El participio activo del verbo atacar es "atacante"; el de salir es "saliente"; el de cantar es "cantante" y el de existir, "existente".

¿Cuál es el del verbo ser? Es "ente", que significa "el que tiene identidad", en definitiva "el que es". Por ello, cuando queremos nombrar a la persona que denota capacidad de ejercer la acción que expresa el verbo, se añade a este la terminación "ente".

Así, al que preside, se le llama "presidente" y nunca "presidenta", independientemente del género (masculino o femenino) del que realiza la acción.
De manera análoga, se dice "capilla ardiente", no "ardienta"; se dice "estudiante", no "estudianta"; se dice "independiente" y no "independienta"; "paciente", no “pacienta"; "dirigente", no dirigenta"; "residente", no "residenta”.

Y ahora, la pregunta: nuestros políticos y muchos periodistas (hombres y mujeres, que los hombres que ejercen el periodismo no son "periodistos"), ¿hacen mal uso de la lengua por motivos ideológicos o por ignorancia de la Gramática de la Lengua Española? Creo que por la dos razones. Es más, creo que la ignorancia les lleva a aplicar patrones ideológicos y la misma aplicación automática de esos patrones ideológicos los hacen más ignorantes (a ellos y a sus seguidores).

Les propongo que pasen el mensaje a vuestros amigos y conocidos, en la esperanza de que llegue finalmente a esos ignorantes semovientes (no "ignorantas semovientas", aunque ocupen carteras ministeriales).

Lamento haber aguado la fiesta a un grupo de hombres que se habían asociado en defensa del género y que habían firmado un manifiesto. Algunos de los firmantes eran: el dentisto, el poeto, el sindicalisto, el pediatro, el pianisto, el golfisto, el arreglisto, el funambulisto, el proyectisto, el turisto, el contratisto, el paisajisto, el taxisto, el artisto, el periodisto, el taxidermisto, el telefonisto, el masajisto, el gasisto, el trompetisto, el violinisto, el maquinisto, el electricisto, el oculisto, el policío del esquino y, sobre todo, ¡el machisto!

martes, 14 de mayo de 2019

Falsas ofertas


Por donde quiera que voy encuentro muchos anuncios, escucho muchas promesas, me presentan muchas rebajas, algunas como gangas, y me aparecen muchas oportunidades. Muchas veces susurran constantemente sus ofertas.

Pero no me satisfacen. Ni me nutren, ni me quitan el hambre, ni curan mis enfermedades, ni me traen buenas noticias, ni satisfacen mis necesidades, ni alimentan mis esperanza sociales.

En este mar de palabras, de propaganda sofisticada, de soluciones a la carta y de predicadores sin conciencia, yo solo quiero dar crédito a aquellos cuyas palabras vienen acompañada de hechos.

Adaptación de un texto de Florentino Ulibarri