Por donde quiera que voy
encuentro muchos anuncios, escucho muchas promesas, me presentan muchas
rebajas, algunas como gangas, y me aparecen muchas oportunidades. Muchas veces
susurran constantemente sus ofertas.
Pero no me satisfacen. Ni me nutren,
ni me quitan el hambre, ni curan mis enfermedades, ni me traen buenas noticias,
ni satisfacen mis necesidades, ni alimentan mis esperanza sociales.
En este mar de palabras, de
propaganda sofisticada, de soluciones a la carta y de predicadores sin conciencia,
yo solo quiero dar crédito a aquellos cuyas palabras vienen acompañada de
hechos.
Adaptación de un texto de
Florentino Ulibarri
No hay comentarios:
Publicar un comentario