Y dejó escrito desde su
experiencia de niña cómo hay que educar en la sexualidad desde pequeños
besándose en el respeto y la igualdad de unos para con otros:
Hace trece años que me
tocaron el culo por primera vez y recuerdo cómo cayó en mí un jarro de agua
fría. Él, mi amigo actualmente, ni se acuerda de ese día ni, mucho menos, de lo
que me hizo. No espero un arrepentimiento y un perdón inmediato. Ni lo espero
ni lo quiero, la verdad. Únicamente me gustaría reflexionar sobre la presencia
de comportamientos intolerables que tomamos como naturales, un juego de niños
o, en su defecto, un acto derivado del comienzo de la pubertad. Poner en valor
la importancia de educar a los niños en el respeto a sus compañeras, que sepan
identificar cuándo lo que hacen agrede física e intelectualmente a los demás y
qué consecuencias trae. Empecemos a dejar de enseñar a las niñas a ser
valientes y fuertes (en cuanto a interacción de género nos referimos), y
centrémonos en educar a los niños en el respeto, el cariño y la igualdad".
María Page
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