Acaba de ver una película
donde un grupo de mujeres hablaban de sus cosas, es decir, de las cosas que
suelen hacer todo el tiempo. Se va a la cama con su libreta. No tiene sueño y
no le viene. Escribe lo que recuerda del día, sin que la fatiga le cierre los
ojos.
Hace frío. Se pone una
sudadera. Piensa muchas cosas. Arreglaría ahora el mundo si no se sintiese la
persona más impotente de la tierra. Mira su habitación que le parece un callejón
y recuerda de pronto aquel el día en el que un chico se le acerco al callejón
de su casa pidiéndole que fuera su novia.
Del susto se tapó la cabeza y
se quedó dormida mientras la libreta se caía al suelo.
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